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ANGELES y DEMONIOS

El que más y el que menos, cada uno de nosotros hace o quiere hacer alguna cosa. Lo que haremos mañana casi todos lo sabemos, nos levantaremos más temprano que tarde, nos cuidaremos de vestirnos adecuadamente para nuestras tareas y las empezaremos. Estas tareas de mañana en el caso de muchos de vosotros consisten en acudir a la universidad o centro educativo de turno. Otros tantos (pero menos) os dirigiréis al trabajo, mejor o peor remunerado, para participar con vuestro porcentaje particular en el PIB nacional. Otros cuantos sin embargo se levantarán mañana  y su tarea consistirá en saber qué hacer al día siguiente, es decir, decidir o buscar un trabajo o una formación.

Mi experiencia vital y laboral está muy limitada por mi edad. Es por esto por lo que no tengo ninguna intención de que estas líneas se conviertan, en modo alguno, en guía o consejo para nadie. Sí tengo intención de compartir con vosotros algunas consideraciones que puede que sirvan para algo. Escribir es gratis leche, y esto es internet, os cuento cosas y si no estáis de acuerdo pues ya habréis aprendido algo, a quién no leer más.

A propósito de Ángeles…

Cuando desarrollamos una actividad concreta o decidimos a que actividad queremos dedicarnos todos y cada uno de nosotros necesitamos ayuda externa. No sé quién dijo aquello de “no somos una isla”, pero es cierto, somos y seremos nosotros mismos pero siempre con la ayuda o desayuda de los que nos rodean.

La familia, en una red social serían los contactos de nivel 1. Debe y es el primer recurso al que cualquiera de nosotros debe acudir para resolver cualquier cosa. Si buscas un trabajo, quieres saber qué estudiar, quieres salir fuera de España, o estás con un miedo espantoso a todo lo anterior, díselo a tu familia. La familia es ese conjunto de personas que hacen cosas por ti de una manera verdaderamente desinteresada y real. Que nadie se suba en el caballo loco ese de “yo quiero hacer las cosas yo solo”, “yo me valgo por mí mismo”. ¡Que no!, que le cuentes a tu gente lo que quieres para que te ayuden o al menos sepan dónde estás. La vida es muy larga y ya tendremos todos bastante tiempo para demostrar lo que valemos o lo que no valemos.

Los amigos, son punto de apoyo y deben ser partícipes de nuestras necesidades y deseos para con nuestra vida. La desventaja con la familia es que estos a veces si piden cosas a cambio, pero no hay problema porque ya se les darán si se puede. La ventaja es que el intercambio de favores con ellos crea una red muy positiva de autoayuda. Yo personalmente me lo planteo de forma bastante egoísta y me funciona, hago todo lo que puedo por mis amigos y sin quererlo acaban ellos haciendo más cosas por mí. Es una acción estratégica con un retorno mayor a la inversión. Tirad de los amigos que para eso están.

Los conocidos. No os podéis ni imaginar la cantidad de gente que se conoce cuando se realizan actividades. Cuando empiezas a trabajar, al igual que vas pasando por diferentes proyectos, vas adquiriendo contacto con infinidad de personas que directa o indirectamente crean lazos contigo. Cuando estudias tienes 50 compañeros más en clase que se parecen más a ti y que tienen más cosas que aportarte de lo que imaginas. Por experiencia personal os puedo asegurar que la mayoría de las oportunidades laborales brotan de las redes de conocidos. Cuidadlos pues. Estudiando o trabajando hacedlo de forma honrada y colaborativa, ofreceros a ayudar hasta a vuestro teórico enemigo y hacedlo con buena cara. Cread y sobre todo mantened una agenda viva de la gente que tiene algo que ver con vosotros.

El resto del mundo es todo aquel que no es ni familia, ni amigo, ni conocido. Este mundo es amplio y lleno de posibilidades pero mucho más inestable e incierto. Para vivir y desenvolvernos en él de forma más o menos óptima necesitamos de la interrelación y ayuda del resto de Ángeles.

Todos estos factores vitales y relacionales deben trabajar de forma conjunta y así lo hacen. Cuidadlos a todos pero siempre sed conscientes del orden de factores, nunca declinéis una oportunidad por su origen ya que las oportunidades no son más que eso, puntos de partida, el resto ya lo hacemos nosotros.

A propósito de Demonios…

No son pocos los factores o decisiones que se convierten en verdaderos problemas vitales a la hora de decidir qué hacer con nuestra vida. Las cosas que nos preocupan y retienen pueden llegar a marcar nuestro futuro, es por esto por lo que todos debemos ser conscientes y trabajar para tomar decisiones lo menos desatinadas posibles.

Estudio o Trabajo. Cómo voy a saberlo yo si no os conozco de nada. Preguntadle a vuestra familia, amigos o conocidos. La decisión entre trabajar o estudiar no tiene nunca una respuesta única, la solución debe adaptarse a cada persona y entorno socioeconómico. Tal y como ya os he dicho otras veces si yo fuese un joven universitario del 2014 y con una familia en condiciones económicas desahogadas, muy probablemente estudiaría un postgrado de reconocido prestigio. Si fuese ese mismo joven en otras condiciones socioeconómicas mis aspiraciones formativas tendrían que ser otras.

España o Extranjero. No hace mucho un conocido que empezaba a estudiar Ingeniería en la Escuela de Granada me pedía opinión sobre la profesión y la carrera. Tras una agradable conversación llena de chascarrillos y tópicos del sector lo único medianamente inteligente que alcancé a indicarle fue que terminara la carrera pero que dominara un idioma distinto al materno antes de hacerlo. Con lo bueno y lo malo la vida del ingeniero del futuro no reconoce fronteras. Somos un producto muy interesante y nuestro mercado es internacional, mundialización, así lo llaman. Esto está muy bien, pero a casi todos vosotros estáis pensando; vale tío, pero no me digas la meta sino el camino. Y yo respondería; pero qué coño se yo. Tal y como os he dicho antes son vuestros familiares, amigos y conocidos quien deben acompañaros, apoyaros y asesoraros en la búsqueda del camino. Ese camino al igual que todo en la vida presentará un “paquete de firme” más o menos cómodo y duradero para el que lo circula. Lo positivo es que para casi todos los contextos económicos y sociales existe una manera de ir del punto A al B. Señores, a rodar, pero cuidado con las aventuras que las carga el diablo.

Miedo al Fracaso. En todo este marco de decisiones tomadas y por tomar, de aventuras empezadas y por empezar y de decepciones más frecuentes de lo deseado, en todos nosotros reside el miedo a tener que volver con el rabo entre las piernas. A todos os digo que al diablo con el diablo. Que le jodan al vecino si él nunca ha errado. Quien no hace obra no se equivoca. Quien no ha intentado buscarse la vida no ha fallado en el intento. No olvidemos que tenemos ángeles poderosos que valoraran lo hecho y que siempre estarán ahí. No olvidéis que con mayor o menor acierto todo lo que hagáis, a la larga, redundará en la admiración que el mundo os brinde.

 

Nada, os prometo que en la próxima entrada si hablaré de algo de la Fusión Nuclear y dejaré de daros la chapa con estas historias. Os dejo con vuestros Ángeles para poder lidiar con vuestros Demonios.

Camino

Jose Aguilar Medina

Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad de Granada. Máster MBA y estudiante de economía. Actualmente trabaja en el proyecto IFMIF-DONES.

4 comentarios

Responder a Miguel Angel Cancelar

  • Acertado artículo José Aguilar, y más para los que pronto comenzaremos nuestra carrera laboral, o eso espero.

    Un saludo

  • Me ha gustado tu artículo,me ha parecido muy acertado y realista,en la vida debemos intentar mantener el equilibrio entre angeles y demonios,a los primeros tenerlos siempre cerca y a los segundos a distancia aunque nunca sabes si vas a necesitar de ellos en un momento dado..