caminahora

Construyendo las antípodas – Sidney

Era difícil ver el momento de escribir este post, en el país de los canguros (Wallaby en la foto) cada semana es tan intensa que parece que nunca hay tiempo para parar.  Esa sensación continua de nunca pertenecer a un sitio, de vivir cada día al límite, de viajar cada fin de semana. Esto, al final es normal cuando llegas a este país de expatriado, renovando cada seis meses (o con una visa temporal) … Cualquier día puede ser el último. Hasta que te llega ese día… como me paso a mí…

Pero antes de contaros esto, debéis saber que a Australia se pueden venir de varias maneras dependiendo de la visa:

-Student: Pagas un buen dinero por un curso, es difícil quedarse y encontrar un trabajo cualificado.

-Work & Holiday: De 1 a 3 años, trabajos de 6 meses. Los arquitectos encuentran aquí su nicho.

-Sponsor: Una empresa te realiza la visa para que puedas desarrollar tu profesión. (Mi VISA)

-Skilled visa: Se puede aplicar desde el extranjero y es la que mejores oportunidades te da a nivel profesional.  http://caminahora.com/salto-a-la-tierra-de-oz/

Pero… ¿Porque merece la pena Australia?… Aquí unos cuantos motivos:

1.Lleva creciendo 25 años ininterrumpidos sin ninguna crisis (gracias a las materias primas, a la inversión china y a la poca población)

2. Está viviendo otra revolución en la construcción, surgen incontables nuevas autopistas, trenes, metros, aeropuertos y edificios que se levantan sin pausa día a día. (Si tu profesión está relacionada con la construcción, no dudes en venir)

3. Los salarios de trabajos cualificados son de los mejores de mundo (x3 salario español) y los no cualificados también ($23AUD por hora el salario mínimo)

4. Se trabaja lo justo… aquí las tardes están para surfear, salir a correr por las playas… y los viernes son el día en el que se empiezan las cervezas a la una.

5. Es un país en el que con una tienda de camping puedes perderte en su espectacular naturaleza espectacular y olvidar completamente tu vida laboral.

6. Una excepcional oportunidad para viajar por un enorme continente, Nueva Zelanda, Fiji, Haway, Tahití e Indonesia… las zonas del planeta más alejadas de España.

7. Lo malo… 25 horas de vuelo a casa además de la diferencia horaria de hasta 10 horas. Puede ser hasta bueno si quieres desconectar completamente de tu vida anterior.

Y tras contaros esto a modo informativo, he de volver a mi último día en Australia… y cualquiera puede ser ese día, y más en este país (único que es un continente a la vez), en el que hay altas posibilidades de que te encuentres con tiburones, serpientes, arañas, cocodrilos y medusas que si te atacan o pican no durarías ni un día vivo. (Llevad tiritas por si acaso…)

Pero no, mi último día no fue el día que buceé en una cueva con 25 tiburones, o el que surfeando vi una aleta tiburón a 4 metros (hasta que salto y vi que era un delfín), o en el que casi piso a la serpiente más venenosa del mundo al bajar del coche…

… mi último día fue cuando súbitamente mi empresa española me mando volver a España. Gracias a ellos había tenido la oportunidad de venir a construir una de las obras más emblemáticas del mundo, menuda experiencia… y no me creía que se hubiese acabado esta oportunidad.

Así que cuando llegué a España y tras 25 horas de vuelo eternas decidí tomar la decisión de que Australia no había acabado todavía para mí. Ahora tenía que volver e intentar encontrar un trabajo por mi cuenta en 60 días (malditas normas de las visas) y con la navidad entre medias…. Así que me cogí otro vuelo esa semana (otras 25 horas) y volví a empezar una nueva vida a largo plazo en Australia.

Ahora mismo estoy en la pausa de comer escribiéndoos, desde la cocina de mi nueva empresa veo como se mueven los barcos de la bahía de Sydney, ahora toca relajarse y disfrutar de la vida australiana…

P.D. Desde este país lleno de oportunidades os animo a seguir vuestros sueños y perseguir aventuras tanto personales como profesionales, al final vida solo hay una!

See Ya Mates!!

Alejandro Martin Barreiro

Alejandro Martín es Arquitecto por la Universidad de Alcalá.

1 comentario