caminahora

COSAS QUE NUNCA TE DIJE

Como todo lo que empieza acaba, el verano de este año no va a ser menos y por encima de que una fecha en el calendario nos marque un solsticio o un equinoccio, lo que verdaderamente marca nuestro ritmo vital es la ida o retorno de la actividad en la que cada uno de nosotros andamos metidos. Llegado septiembre a algunos nos toca volver al trabajo, a muchos volver a estudiar y a otros cuantos a preguntarse qué hacer, que no es poco.

La época estival además de dejar a algunos más morenitos, a otros tristes por el amor que se fue y a muchos más gorditos, es un periodo en el que el que más y el que menos ha hecho balance interno de lo que ha sido el año hasta la fecha y de lo que se desea sea nuestra vida para los próximos meses o años. Yo por ejemplo, espero no ser el único, cuando llega esa hora de la tarde veraniega en la que el sol ya no nos destroza la piel, te has pasado media hora dormido, te has leído un nuevo capítulo del libro playero, te has acostumbrado a tener arena en rincones insospechados del cuerpo y el niño simpático de los vecinos de mar ha dejado de recordarte lo lejana que queda tu futura paternidad, aprovecho para pensar un poco en mi vida y lo que la rodea. En ese momento descubro, y aquí os cuento, algunas de esas cosas que se me han pasado por la cabeza y que nunca os había dicho.

Siempre estoy empezando…

Desde que terminé en la Universidad tengo la continua sensación de estar siempre empezando, no sé si es bueno, vamos a analizarlo un poco. La cosa empezó un verano de 2005, en aquella época aunque parezca mentira (hoy creo que era una realidad paralela) las empresas acudían a la Universidad a entrevistarnos para ofrecernos trabajo, de esta forma empecé a trabajar en la primera constructora del País. Esta época se llama empezando con ilusión. Pasados unos años y con la famosa y manida crisis, allá por 2009, me trasladaron a otra compañía constructora del grupo y vuelta a empezar. Esta época de mi vida se llama empezando con alguna ilusión. Transcurridos otros pocos años, gracias y con la excusa de la famosa situación de nuestra amada patria tuve que realizar otro cambio de empresa. Esta época se llama empezando sin ilusión.

En esta última época de mi vida estaba cuando el año pasado me surgió la oportunidad laboral que actualmente me ocupa y que me ilusiona. Esta época de mi vida se llama empezando de nuevo.

Personalmente os digo que he tenido que empezar muchas veces y muy probablemente tenga que empezar otras tantas, pero no pasa nada. Nunca debemos tener miedo o reparos a empezar cosas nuevas. Nunca digáis ni penséis que no sabéis hacer algo ya que siempre hay un buen libro sobre el asunto en la biblioteca. Nunca creáis que un sitio es para siempre porque muy probablemente no lo es. Nunca dediquéis más pasión a unos trabajos que a otros, porque unos trabajos nos llevan a otros.

Todavía no sé qué quiero ser…

Hace unos años sabía que quería ser, al menos tenía una idea. Ahora no lo sé. Los manuales marcan que lo que debería deciros es aquello de “márcate un objetivo, busca los caminos para alcanzarlo, anda esos caminos, alcanza ese objetivo…”, pero como existen las bibliotecas y Google me da vergüenza deciros eso, leedlo por si acaso.

La verdad es que no sé qué coño podéis hacer para acceder a un trabajo digno y acorde a vuestra formación. A pesar de ello si puedo hacer una análisis de supuestos que tienen cierta respuesta. Si fuese un ingeniero joven y mis padres tuvieran mucho dinero dispuesto para invertir en mí, sin lugar a dudas emprendería una Maestría de primer nivel en alguna buena escuela española o extranjera, Masters que en muchos casos os garantizaran una entrada al mundo laboral de forma a veces muy inmediata. Si fuese un ingeniero joven y mis padres tuvieran menos dinero emigraría en mejores o peores condiciones en función de multitud de variables. Si domináis un idioma iros a un país que lo requiera, si no domináis ninguno siempre nos queda América, la del Sur claro. En mi opinión, aunque hay honrosas excepciones, es complicado hacerse un hueco en un País sin dominar la lengua, cuidado con esto porque el sueño de empezar haciendo hamburguesas para luego terminar de Ingeniero implica la aparición de muchas variables complicadas de resolver.

Yo por ahora me dedico a trabajar mientras me dejen, completar mi formación con lo que creo que me es útil e intentar saber qué quiero ser. Las líneas que os escribo no son más que líneas, sois seres únicos y vuestra unicidad os hace especiales. La decisión y camino de cada uno es válido desde el momento en que se toma, tan solo os aseguro una cosa, seguro que os equivocaréis muchas veces, o al menos eso pensaréis.

El gato de Schrödinger…

¿Qué hubiera pasado si en lugar de un Master hubiese emigrado? ¿Qué hubiera pasado si en lugar de Chile hubiese escogido Alemania? Hasta que nuestros amigos cuánticos no nos digan otra cosa os ruego que no juguéis a este juego, yo he jugado algunas veces y siempre pierdo. La reflexión que a continuación os hago tiene más de metafísica que de física, pero la hago. Creo que lo que se decida es lo mejor aunque no se obtengan resultados aparentemente positivos de forma inmediata. No os voy a soltar el tópico ese de “con los errores también se aprende y te ayudan a mejorar”, aunque no le falta razón. La idea que os dejo encima de la mesa es que toda la información que os llegue a lo largo de vuestra vida procedente del exterior, laboral o personalmente, suele venir filtrada de aspectos negativos por la persona que la emite. Si estáis en Chile y habláis con alguien que está en Irlanda acabaréis preguntándoos si quizás vuestro verdadero camino está en Irlanda, pero ojo, al contrario ocurre lo mismo.

Amad lo que hagáis en cada momento aunque parezca que no es vuestro sitio. Disfrutad vuestro camino porque es vuestro y de nadie más. No os comparéis con los de al lado ni os imaginéis en su sitio. La vida por sí misma es lo suficientemente puta, perdón por la crudeza, como para añadirle variables de no fácil solución.

Pero que bien se está en la playa…

A mí solo me falta un continente en el que tener un amigo. No se si eso es bueno o malo, pero sí sé que lo llevaremos adelante. El mundo es amplio y a cada uno de vosotros puede que la vida os lleve a un lugar, pero tened en cuenta una cosa, seguiréis siendo vosotros. Empaparos de lo que estos años que vienen os den, positivo o negativo, porque lo único que conseguiréis será mejorar. Tened en cuenta que la cabeza llena de dudas y miedos la tiene, os lo puedo asegurar, absolutamente todo el mundo. Debéis saber que vuestra formación no ha caído ni caerá en el olvido histórico de esta casi derrotada patria.

El sol ya ha caído y tengo que volver a mi vida, a la mía, porque las otras son vuestras.

playa

Jose Aguilar Medina

Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad de Granada. Máster MBA y estudiante de economía. Actualmente trabaja en el proyecto IFMIF-DONES.

13 comentarios

Responder a Mar Cancelar

  • Excelente artículo mi querido amigo Pepe, ha sido toda una satisfacción leerlo desde Oriente Medio precisamente ahora. Muy emotivo y revelador. Llevas toda la razón del mundo, cada segundo que pasa termina y empieza otro, siempre estamos empezando.
    Te dejo aquí mi más sincera ( quizás tardía) enhorabuena y un fuerte abrazo.

  • Me ha encantado tu artículo! Y sin duda, es la situación en la que se encuentran muchos compañeros, y yo soy uno de ellos. Sólo pido que me dejen empezar..

  • Muy buen articulo! Enhorabuena. Has sabido recoger muchas reflexiones, pensamientos y sentimientos en estas pocas palabras con las que un servidor se siente identificado. Mis más grata felicitación.

  • Me ha encantado el artículo,creo que muchos compañeros de profesión se sentirán identificados contigo.
    Parece que en los tiempos que corren no es suficiente con tener vuestra experiencia para trabajar en este país y habéis tenido que ir a buscar vuestro futuro fuera de España con lo que supone abandonar temporalmente a familia,amigos e incluso a veces estar alejados de la pareja.
    Sólo puedo deciros que os admiro profundamente,que sabemos el enorme sacrificio que estáis realizando y que estoy convencida de que esta etapa es sólo un eslabón más en la cadena de vuestra formación profesional y QUEDAN MUCHAS COSAS BUENAS POR VENIR…

  • Me ha gustado mucho tu artículo. Yo he finalizado en este curso ITOP y llevo todo Agosto pensando qué hacer en mi futuro. Aún no he obtenido respuesta, no lo sé. Pensaba hacer un Máster de Transporte, Territorio y Urbanismo por la UPV, pero la economía familiar no es muy boyante y además tengo una hermana pequeña que pronto entrará en la Universidad. ¿Qué puede hacer un recién graduado sin experiencia profesional? Cada vez más pienso que más pronto o más tarde tendré que salir de aquí.
    Un saludo.

  • Muy de acuerdo con tus reflexiones, colega y tocayo. Yo también estoy expatriado en Chile, y cada día vuelvo a empezar. Cada mañana mientras bajo al garaje en el ascensor es como si sintiera que vuelvo a luchar por abrirme camino. Desde España te miran como si fueses afortunado, creyendo que aquí las manzanas cuelgan de los árboles y sólo hay que cogerlas… Pero la realidad es mucho más severa y dura. No solo en el campo laboral, sino en todos. Yo no soy ya aquel joven ilusionado. Tampoco me considero un experto. Pero sí alguien que sigue poniendo el mismo esfuerzo y empeño, empleando conocimiento y experiencia, independientemente de que la sepan apreciar en tu empresa o tus jefes. Así somos la mayoría de los ingenieros, esforzados anónimos, con sueños.
    Un abrazo compañero. Ojalá nos encontremos en alguna ocasión en este país… que ahora es nuestra casa adoptiva, y que nos brinda la ocasión de sentirnos útiles y vivos, de nuevo.

  • Me ha encantado. Un maravilloso artículo, bastante emotivo. He redactado un artículo que he subido hoy donde me he dedicado a contar mi experiencia en Alemania, sin filtrar los aspectos negativos. Espero que eso abra mucho los ojos a la gente sobre ese país que tan idílico lo ponen para los ingenieros.

  • Reflexiones con las que estoy bastante de acuerdo aunque hay una diferencia contigo, a mi me queda poco de vida laboral, pero mucho de ilusión por seguir equivocándome.
    Gracias.