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DE FOTOGRAFÍAS ANTIGUAS QUE NO VALEN PARA NADA

Quien más quien menos todos nosotros, más pronto que tarde, tenemos que hacer una maldita limpieza de la galería de nuestro móvil cuyas neuronas binarias se encuentran al límite de su capacidad. No nos bastan 8Gb para acumular nuestros momentos importantes, necesitamos 16Gb para que tengan cabida las imágenes de las clases de cocina, los selfies etílicos y los videos de imbéciles intentando abrir una 1925 con los dientes.

Y en esas estamos. Y no nos damos cuenta de que no podemos permitirnos el lujo de dejar pasar la vida y su gente sin hacer nada. Todos nosotros tenemos en casa de nuestra madre, en el antiguo escritorio que soportaba nuestras noches serenas intentando comprender la Mecánica del Sólido, una caja que contiene fotos de las de papel. Sí coño, esas que había que revelar y se guardaban con más o menos celo en función de si la princesa de nuestro cuento aparecía en ellas o no. Aquellas que nos recuerdan a personas que han pasado por nuestra vida y que, aplicando el teorema de la alcachofa, hemos ido pelando hojita a hojita hasta quedarnos tan solo con unas pocas de ellas.

Sirva este post para reivindicar ese cajón olvidado repleto de historias. La gente va y viene y el arte de agarrarla y tirar de ella para que se quede a nuestro lado puede ser uno de los ejercicios que más beneficios y oportunidades nos proporcione a lo largo del tiempo. Pero esto no es un ensayo filantrópico, en estas líneas quiero que quede claro que las posibilidades de éxito o fracaso que nos encontramos a lo largo de los años vienen de la mano de personas. Y las oportunidades pasan y estamos obligados a darnos cuenta. Es conveniente tener cerca a la mayor cantidad de gente posible para que cuando pasen cosas nos llegue al menos el ruido.

Pero para que las fotos no se cubran de polvo y para que nuevos hallazgos sigan marcando la actualidad de nuestro Facebook, es conveniente ser un sinvergüenza. Es decir, o mejor dicho, perder la vergüenza. No hay que perder de vista que nuestros miedos son los de todos y siempre alguien tiene que dar el primer paso, hay que salir de eso a lo que ahora llaman la zona de confort. Si hay un terremoto, apúntate. Si hay una fiesta, ve. Si hay alguien que crees que puede ayudarte o tu puedes ayudar, preséntate y ayuda. En un mundo lleno de iguales la flor azul es la que destaca, cámbiate el color y en los entornos desconocidos encontrarás un mundo lleno de posibilidades.

flor azul

La losa de la vergüenza pesa para todo el mundo más de lo que parece pero la invisibilidad en la sociedad es triste y lo que es aún peor, poco útil. Hay que multiplicar la probabilidad de que alguien se acuerde de nosotros. Hay que tener en cuenta que siempre nos queda el teorema de la alcachofa, si las fotos que nos encontramos no nos valen se rompen, la papelera de reciclaje está para llenarla y el fuego de la casa de la abuela para darle candela.

Tirad de un hilo que seguro llegará el café, tomaros el café que seguro llegará el gin-tonic, disfrutad el gin-tonic que seguro llegará una oportunidad. Y en las oportunidades se encuentra la posible felicidad, tu posible trabajo o, qué diantres, una cana al aire.

 

Jose Aguilar Medina

Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad de Granada. Máster MBA y estudiante de economía. Actualmente trabaja en el proyecto IFMIF-DONES.

5 comentarios

Responder a Jose Aguilar Medina Cancelar

  • Muchas gracias Santiago, Manuel Jesús, Marta y Juan por vuestros comentarios. Me alegro de que os guste. De vosotros tengo muchas fotos guardadas.

  • Me has sorprendido. De esta faceta no sabia nada. De todas formas las fotos antiguas son el testigo mudo de in pasado que cuando eres joven no quieres recordar y a medida que pasen los años no querrás olvidar. Como soy mucho más viejo que tu, te diría: ‘Guárdalas. En algún momento te dirán cosas que no supiste escuchar ‘.
    Espero seguir leyéndote.

  • Pepe, no sabía de tu faceta de buen redactor, espero que todo te vaya fenomenal, perfecto el artículo DE FOTOGRAFÍAS ANTIGUAS QUE NO VALEN PARA NADA.

    Abre camino que muchos te seguiremos.

    Un abrazo.

  • Al final también vas a ser un nostálgico amigo Pepe, razón no te falta pues no hay futuro sin un pasado que lo anticipe. Enhorabuena.