caminahora

De Granada a Polonia: carretera, manta, perro y mucho aceite de oliva

Desde comienzos de este 2018 me encuentro en la ciudad de Poznan, en Polonia, realizando una Erasmus práctica + en un estudio de arquitectura. Pero llegué unos meses antes y me quedé de forma casual. Os cuento como surgió todo.

En 2011 compartí piso con un chico polaco durante su año de Erasmus en Granada. Pues bien, el pasado 8 de septiembre  vine para su boda, pero no en avión, sino con una caravana cargada de aceite de oliva, mi perro, la bicicleta y el Seat Ibiza, ese santo coche que a pesar de sus 14 años sigue dando guerra y llevándonos por todos los rincones de Europa. La primera parada fue en Barcelona donde me quedé con familiares. Luego acampamos unos días por el Valle de Arán y después hicimos una visita a amigos en Tolosa, y de ahí ya conducimos directos para Alemania, haciendo parada en Friburgo, Aquisgrán, Hannover y Berlín, donde ya dejamos la caravana vacía de aceite.

Los días que pasamos en el Valle de Arán fueron increíbles, un contacto total con la naturaleza
En el camping de Aachen (Aquisgrán), una ciudad preciosa que recomiendo visitar

Lo del aceite no lo hago a modo de contrabando, y es que, desde el curso 2012-2013 que estudie un año de Erasmus en Aquisgrán, estoy registrado como autónomo, teniendo licencia para la distribución de aceite por toda la Comunidad Económica Europea. Sí, algunas ventajas tiene eso de ser Europeo, a pesar de que hoy todos quieran independizarse y ser de su casa.

Las condiciones para las pequeñas y medianas empresas en Alemania no son tan desfavorables como en España y, por ello, puedo permitirme seguir vendiendo este tan preciado producto de nuestro país sin pagar un euro de cuota mensual, siempre que los beneficios anuales no superen los 7.000€, un método que parece inteligente para fomentar la creación de empresas y que los futuros jóvenes emprendedores no se vean obligados a coger la maleta y emigrar.

La mayoría de las botellas van para amigos que ya conocen toda la historia y el trabajo que hay detrás del producto final en forma de color oro verdoso, pero también se puede comprar a través de nuestra tienda online www.saborandalusia.es

La idea de vender nuestro preciado producto andaluz surge en Alemania. Ya de pequeño mi padre me llevaba al campo para mostrarme el trabajo y sacrificio que había que realizar antes de ver el bonito color del aceite embotellado: la tala del olivo, limpiar los suelos cada verano, cortar los tallos y, ¡cómo no!, la dura recolección de la aceituna cada diciembre.

Bueno, volviendo al viaje, una vez que ya llegamos a Poznan, pasamos unos días en el Camping Malta, carísimo por cierto, y tras la boda decidí quedarme tres meses para estudiar polaco y así ser capaz de comunicarme, al menos a nivel básico, con la familia de mi amigo Kuba, que siempre me ha tratado como un miembro más de la misma. Tras unas semanas buscando piso, tuve la suerte de que a Sereno y a mi nos aceptará una simpática pareja polaca, Szczepan y Apolonia a los que les tenemos que agradecer muchas cosas. Y así fueron pasando los días hasta que llego Navidad y surgió la posibilidad de prolongar la estancia por tierras polacas gracias a la beca Erasmus Práctica +, que ofrece tres meses remunerados en un estudio de arquitectura que yo debía buscar.

¡Vivan los novios! Las bodas polacas son muy peculiares y suelen durar dos días

Volviendo al ámbito profesional, tengo que agradecer al estudio Kostka&Kurka Architekci el haberme aceptado y el trato amable recibido durante toda la práctica, así como la posibilidad de haber visitado obras y de participar en el diseño de interesantes proyectos.

Por ejemplo, un concurso de arquitectura que realicé junto a tres chicas del estudio, Kinga, Asia y Daria. Se trataba de plantear un proyecto que renovase una calle en la ciudad de Kielce, al sur de Polonia. Por esta calle pasaba antiguamente un río y la idea de proyecto nace de la reinterpretación de ese río que hoy crearía espacios urbanos a su paso, conectando a su vez acera izquierda y derecha de usos distintos y que antes carecían de conexión.

Es increíble como se está desarrollando el país en todos los ámbitos y la construcción no puede quedar atrás.

Hay grúas en cada esquina de la ciudad. Los pisos están vendidos antes de que se acaben de construir y los precios de compra están cuatro veces por encima del nivel de vida de Polonia, es decir, comprar un piso puede costar como en Berlín, pero en cambio, aquí el sueldo en la moneda local, Zloty, es cuatro veces menor que en euros, considerándose un sueldo de 4.000 Zloty, aproximadamente 1.000 euros, un sueldo al alcance de muy pocos.

Visita de obras. En la imagen se ven los cimientos y la estructura del futuro garaje

A pesar de que aún se ven las heridas que han dejado la guerra y el periodo comunista, Polonia es un país muy interesante tanto para hacer turismo como para vivir. Cuenta una gastronomía variada y muy especial para los amantes de la carne y de las energéticas sopas que ayudan a combatir el frío invernal.

Comida por el domingo de Semana Santa, después de la vigilia del sábado. El domingo se come durante todo el día y como podéis ver la carne es el rey del menú

Otra cosa es el idioma. El polaco está catalogado como uno de los idiomas más difíciles del mundo, por delante incluso del chino mandarín, y es que sus declinaciones causan más de un dolor de cabeza, sobre todo a quién pretenda hablarlo a un alto nivel.

Tengo conocimiento alto de otro idioma difícil como es el alemán y os puedo asegurar que el polaco va muchos pasos más allá. En el caso de mi nombre, debido a las distintas declinaciones de puede escribir de cinco formas distintas; Abelardo, Abelarde, Abelardomi, Abelardem, Abelardzie.

Sobre el futuro profesional, ahora que he acabado esta práctica, me gustaría volver a trabajar en mi otra formación de Técnico Superior en Realización y Planes de Obra como encargado de obra, y así tener un acercamiento mayor a los materiales y a los procesos constructivos que tanto de menos se echan en la formación universitaria. Si además fuese en la provincia de Málaga, o en otra ciudad del mediterráneo sería un sueño, ya que el buen tiempo se echa mucho de menos en estos climas tan fríos.

Pero antes de volver a España voy a disfrutar el resto de este mes de abril para viajar en bicicleta por el país y voy a retransmitir la experiencia a través de nuestros perfiles de Sabor Andalusia en Facebook e Instagram para dar a conocer nuestro producto al mayor número de polacos posible.

Primera excursión en bici por Polonia, Poznan – Parque Nacional Gran Polonia

Para acabar me gustaría dar las gracias al estudio, a aquellos que me ayudaron con los trámites de la beca, a los amigos que dejo aquí en Poznan, a los amigos de toda la vida en Granada y sobre todo a mi familia. Durante este periodo tuve que volver de forma urgente a Granada para despedir a mi padre tras unas semanas muy malo en el hospital y no me falto el apoyo en todos ellos. Desde donde quiera que ahora esté quiero dedicarle este artículo y agradecerle el trabajo y el esfuerzo que siempre realizo para que yo y mis hermanos tuviésemos la formación que quisiéramos. Ahora no solo me queda crecer profesionalmente, sino intentar parecerme lo máximo posible a la gran persona que fue mi padre.

Maqueta a escala 1:1 de una posible solución a una barandilla que debía ir embebida en un tabique

 

 

Abelardo Fuentes Montalban

Abelardo Fuentes Montalban es Arquitecto por la Universidad de Granada. Y creador de Aceite, www.saborandalusia.es

Escribe un comentario