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De parada a ingeniera en… 60 segundos

Cuando una persona cree que ha tomado una decisión, en realidad su cerebro lo ha hecho antes de que haya podido darse cuenta. La materia gris dispara el mecanismo de respuesta para tomar una determinación entre 200 y 300 milisegundos antes de que seamos conscientes de ello, según explica el catedrático de Psicología Básica de la Universidad de La Laguna Manuel de Vega.” Curioso cuando menos, ¿verdad?

Es martes. Un martes cualquiera de un nuevo año. Es un martes de un reciente y fresco enero. Es 2016. Mi abuela, que es muy de refranes, solía decir: “El martes, ni te cases ni te embarques”. Es curioso cómo ella se alegraría tanto de que no siguiera su más preciado refranero, embarcándome  en la que sería una de las mejores experiencias de mis, llamémoslo, veintitantos.

Llueve. El cielo está encapotado. Termino de preparar mi clase sobre energía gravitacional. Preparo café y enciendo el portátil. Es hora de echar un vistazo a Linkedin. A ver qué se mueve por ahí. ¡Uy! Tengo un mensaje en la bandeja de entrada. Un mensaje de un tal Mike. Este seguro que no es del valle, pienso. Hago “click” con más curiosidad que interés. Proposición decente pero inesperada:

(Transcribo y traduzco, haciendo uso de mi pobre y alterada memoria)

“Hola Lidia. Soy Mike. Trabajo como reclutador y estoy en busca de nuevos ingenieros civiles. Tu perfil me parece interesante. ¿Te has planteado trabajar en Reino Unido? Espero tu respuesta. Saludos.”

Miro fijamente a la pantalla. Leo y releo. Siento una agitación por dentro que me aturde y me excita a partes iguales. Miro a través de la ventana. Observo a ese caballo que durante semanas, meses y años me ha acompañado en mis tardes de estudio. Doy un sorbo a mi café. Vuelvo a mirar a través de la ventana. Con nostalgia, ahora. Lo echaré de menos.

 “Hola Mike[…]”.

Oye. Pues contado así, ¿qué suerte, no? Así cualquiera. Estás en tu casa tranquilamente tomando café y te llega una oferta de trabajo. La vida es para unos pocos, ¿eh?

Nada más lejos de la realidad. Después de intercambiar un par de mensajes con Mike… Nunca vuelvo a saber nada de él…

Sin embargo, Mike me hizo uno de los mejores regalos que me podían haber hecho en ese momento, me regaló una pregunta, me regaló LA PREGUNTA. Y gracias a él, supe que mi respuesta inmediata era un SÍ. Un SÍ con mayúsculas. Un SÍ que una vez había llegado a mí, ya no podía hacer caso omiso.

Organicé la que sería mi vida en los próximos dos meses. Al menos, terminaría el trimestre con mis alumnos. ¡Había aprendido tanto de ellos! Recolectaría toda la información que necesitaría para tener una llegada prometedora a Inglaterra. Me despediría de mis confidentes. De mi país. Haría las maletas e iría a Inglaterra en busca de mi destino, que es algo completamente diferente a ir en busca de suerte. La suerte, dependería de mí. Y yo, las tenía todas conmigo. Me sentía como Muhammad Ali en su pasarela hacia el ring. Iba a Inglaterra. Con un par de maletas y mi título entre algodones. Con ilusión, carisma y entusiasmo. Pero sobre todo, iba con completa certeza de que solo había una opción, y era la opción A. Durante esos dos meses, no dejé de recibir preguntas del tipo “¿Y si no consigues trabajo?”, “¿Y si no te gusta?”, “Y si, Y si, Y si”.

Ilustración 1. Esta es la primera foto que tomé en la que sería mi nueva aventura. Por cierto, quisiera hacer una importante aclaración antes de continuar:Inglaterra no es Londres.

Aterricé en el aeropuerto de Stansted y, desde ahí, me fui a casa de una vieja amiga que conocí en mi época de au pair (sí, hacía unos 2 años había estado en el sur de Inglaterra trabajando como au pair-pero esa es otra historia…-). Estuve en su casa durante unas dos o tres semanas en un bello pueblo de Inglaterra llamado Cirencester. Hacía mis turnos de 8/10 horas. CV. CV. CV. Sin cese. En ese momento, decidí que ya era hora de ponerse manos a la obra y  trabajar en algo, ya que aquel proceso sería bastante largo-o eso es lo que yo pensaba -. Me mudé a la ciudad del niño de “El curioso incidente del perro a media noche”-es un libro con el que toparía unos meses después sobre un niño que vive en Swindon y tiene Síndrome de Asperger-. Allí mis oportunidades serían mejores. En una semana, literal, ya tenía trabajo. Sería camarera en uno de los restaurantes más chulos de la ciudad.

Ilustración 2. Cris, la chica del medio, es la que me dio casa durante mis primeras semanas a cambio de ser su chacha. Debora, de blanco, y Giulia, justo a Cris, fueron mis mejores amigas en aquel 2014 en el sur de Inglaterra. Debora se casó el pasado Mayo de 2018.

Entre mis clientes, tenía a un grupo de chicos españoles e ingenieros. Cuando ellos salían del curro, yo entraba. Cuando ellos se tomaban una cervecita al rico solito, yo servía dentro. Estaba feliz, aún así. Sabía que estaba más cerca de mi objetivo que en aquel pasado enero.

Dos meses más tarde, mi teléfono sonó. Alguien me quería hacer una entrevista. Mott MacDonald, una consultoría internacional de construcción quería verme en Derby. Con mi mejor sonrisa y, la única Americana que llevaba en mi maleta, emprendí viaje en mi día libre de la semana-solo libraba un día-dirección Darbeidos.

3 horas de tren. 2 horas de entrevista. 1 semana de espera. 1 contrato en mis manos.

Ilustración 3.Aquí estoy en Penkdrige, en una de nuestras plantas depuradoras para nuestro cliente Severn Trent Water. Sonrío como que nada, pero hacía un frío que pelaba.

Han pasado dos años desde entonces y, no podría estar más contenta. Empecé como una mojigata salida de la Carrera. Sin experiencia pero, peor aún, sin confianza laboral. La Carrera me había dejado heridas. Hoy, dos años más tarde, soy otra persona.

Me siento competente, profesional, apreciada. Algunas de mis costumbres han cambiado y, una parte de mi también lo ha hecho. Me he enamorado de un país que apostó por mí cuando el mío me sacó a patadas. Me enamoré de una empresa que me cogió porque confió en lo que llegaría a ser y no en lo que aún no era en ese momento. Me enamoré de la oportunidad, me enamoré de la seguridad y me enamoré de la forma en la que mi reflejo se proyectaba aquí.

Ilustración 4. ¡Y me casé con Dan! Ja, Ja, Ja. No, esto es broma. Ese día nos enteramos que una pareja de amigos se había dado el «sí quiero»-el novio era el Project Leader del proyecto- y decidimos hacer una foto divertida acordándonos de ellos.
Ilustración 5. En Mott MacDonald organizamos actividades en grupo a menudo que ayudan a sociabilizar, pasarlo bien con los compañeros y reforzar las relaciones interprofesionales-además de que, indirectamente, se forman bonitas amistades-. Esto fue una sesión de Paintball en la que me comí una bola de pintura en el segundo minuto.
Ilustración 6. Sin duda, una de las iniciativas más emocionantes (voluntariado). En un año estaré en Uganda supervisando la construcción de este granero y Molino de trigo que traerá grandes beneficios a la comunidad de Matuga, Uganda.

¿Si volveré a España algún día? Puede que sí. Puede que nunca. Hay quien piensa que eso es triste. Qué va. Es todo lo contrario.

Ilustración 7. Estabilidad laboral es sinónimo de invertir más tiempo en tus hobbies y en las cosas que, a parte de tu profesión, más te llenan y te hacen feliz. Un beso grande para Morah que ya no le queda nada para ser mamá.
Ilustración 8. Lo bueno de los españoles es que, vayamos donde vayamos, no perdemos las buenas costumbres. Esto es una pequeñita parte de la comunidad de españoles que tenemos en Derby (vale, me habéis pillado, el de la camisa de cuadros muy español no es…)
Ilustración 9. Y esto es magia. Por cierto, en Derby hace muy bueno. Mis padres, en Santander, me envidian mucho cada vez que les envío fotos con este cielo tan azul.
Ilustración 10. Nunca faltan excursiones al Peak District, donde se puede disfrutar de unas vistas maravillosas. Mayo 2018.
Ilustración 11. Ah pero, ¿hay cosas de estas en UK? Esto es por tierras galesas.

¿Sabéis esa expresión de, la familia es la que te toca pero los amigos son los que tú escoges?

La nacionalidad es la que te toca pero la vida, es la que tú escoges-cuando afortunadamente tienes la oportunidad de hacerlo-.

Y no hay absolutamente nada en este mundo que sea más enriquecedor que seguir  los pasos que tú mismo garabateas, trazar ese camino que te lleva donde tú quieres estar, donde tú quieres ser. Porque cuando eres en un lugar, el resto es secundario.

Ilustración 12.Esto es lo que ocurre cuando te vas a Málaga a celebrar tu cumpleaños con tus amigas inglesas. Ver para creer…¡Ninguna es rubia!

Podría extenderme con miles de fotos, experiencias vividas, beneficios del idioma, crecimiento profesional y personal, etc. Pero creo que el mensaje ha quedado claro.

Muchas gracias a Jose Aguilar y a Camina Ahora por darme la oportunidad de poner en palabras la que ha sido y está siendo una de las experiencias más bonitas de mis veinti… Bueno, los que sean.

No podría terminar este artículo sin hacer una mención especial a mis padres, aquellos que supieron trazar los primeros pasos por mí cuando aún solo gateaba y han continuado caminando a mi lado a lo largo de los míos propios.

Ilustración 13. Papitos bonitos-mi padre está muy metido en el  photocheese” mode. Esto es en un Weatherspoon, ¡Visita obligatoria! No hablo de glamour, pero no están nada mal.
Ilustración 14. “El querer libera, pues querer, es crear”-Nietzsche.

 

Lidia Ruiz Revilla

Lidia Ruiz Revilla es Ingeniera Civil por la Universidad de Cantabria. Actualmente trabaja como Civil Design Engineer en Mott MacDonald Bentley, Reino Unido.

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