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Haciendo Caminos, Canal y Puerto en Panamá

¡Hola Caminantes!

Me llamo Patricia Márquez  y soy ingeniera de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid y os voy a contar un poco de mi vida en Panamá.

Todo empezó en el 2012. En aquella época había poco trabajo para recién titulados en España y mis amigos ya habían empezado a salir para trabajar en otros países. Un día, una amiga que ya estaba en Panamá me dijo que en su empresa estaban buscando gente, que si estaba interesada le mandase el CV y así lo hice. En ese tiempo estaba haciendo un máster así que cualquier decisión de irme a otro lugar tenía que ser después del máster (al menos esa era mi idea). Me presentaba a todo lo que veía interesante, tanto así que me asignaron una beca del Consejo de Seguridad Nuclear, me llamaron en Junio de 2012 y era para empezar en unos meses pero debía aceptarla en apenas una semana, fue una gran alegría sin duda, pero a los dos días mi amiga me dijo que me iban a contratar en su empresa, en ¡Panamá!, que si de verdad quería irme que lo dijera para empezar con los trámites. Quedé en shock. Tiempo buscando trabajo y en unos días dos ofertas, Madrid o Panamá, la diferencia era grande, pero debía decidir y ya sabéis cual fue la decisión, Panamá.

Informé de mi situación con el master y no fue problema, viajé dos días después de terminarlo. No sabía dónde iba a vivir, ni lo que me iba a encontrar, aunque he decir que tener amigos ya viviendo en Panamá me ayudó muchísimo, pero no es igual que te cuenten algo que vivirlo. Cuando decía que me iba a Panamá todo el mundo me preguntaba que si a la Ampliación del Canal; pero no, no iba al Canal ni iba a vivir en el Caribe ni iba a pasear por la playa en la tarde después del trabajo. Iba a trabajar en una carretera y viviría en Ciudad de Panamá, en el Pacifico, la cual no tiene playa para poder pasear.

Llegar al aeropuerto y ver una cara conocida fue genial. Llovía muchísimo y sentí un gran golpe de humedad, estaba oscuro y a pesar de ser las 6 de la tarde era de noche. No sabía que anochecía tan pronto, pero sí, son 12 horas de día y 12 de noche, de 6 a 6 más o menos. Había muchos coches y a lo lejos se veía el skyline de Panamá. Hay gran cantidad de rascacielos. Había mucho atasco, o como dicen aquí, “tranque”.

Al día siguiente continuaron las novedades, llegada a la oficina, gente nueva, había españoles y panameños. Mucha información que había que asimilar lo antes posible, me asignaron tareas y manos a la obra, comenzó el trabajo. El primer proyecto en el que participé fue la ampliación del Corredor Norte, una autopista urbana de circunvalación en Panamá. Parte de mis tareas eran la  revisión del diseño y de los planos. Después estuve supervisando el mantenimiento del Corredor Norte y del Corredor Sur, haciendo a la vez revisiones de diseños de proyectos más pequeños.

Fuera del trabajo, la adaptación también fue bastante fácil. Fui a vivir con dos compañeras del trabajo, ambas de Madrid y una de ellas había sido compañera de la universidad lo cual también ayudó.

Los primeros días eran todo novedades, paseos en la tarde después del trabajo para conocer el barrio, visitas al supermercado para ver lo que había y lo que no y cada vez que había algún producto conocido era toda una fiesta, tiendas. Algún domingo íbamos a la playa, pero las más cercanas están a 2 horas así que hay que normalmente pasaba el fin de semana en la ciudad y cómo no, visita a las Esclusas del Canal de Panama.

El descubrir cosas nuevas y conocer a nueva gente nunca termina, pero llega un momento en el que se hace más lento y se empieza a hacer más vida cotidiana, como cocinar, he de decir que yo en España no cocinaba nunca, como mucho alguna pizza congelada los fines de semana. Así que llegó el momento de la morriña por las cosas de casa y decidí hacer mi primera tortilla de patatas. Tenía todos los ingredientes, patata, cebolla, sal, huevo y aceite de oliva, así que me puse a ello, lo peor fue darle la vuelta, así que en la siguiente visita a España compre un vuelca tortillas, todo un descubrimiento. Así fue con todo y el tiempo fue pasando, aprendiendo cosas nuevas tanto profesional como personalmente.

Al año más o menos, me ofrecieron entrar en La Ampliación del Canal de Panama, en Grupo Unidos Por el Canal y envié el CV. Me llamaron y entré a trabajar en septiembre del 2013 hasta  final de marzo de 2016 como Ingeniera de Calidad. De nuevo llegaron las novedades. La primera visita a la obra fue impresionante, no me imaginaba que tendría esas dimensiones, todo era gigante, según pasaba el tiempo te ibas acostumbrando y ya no se veía tan grande, pero sí que lo es. En Navidades del 2013 me fui a España y estando allí me enteré por las noticias que la obra se había parado, si recordáis salió en todos los medios de comunicación a nivel mundial. Fueron momentos de bastante tensión e incertidumbre, pero a mí no me habían dicho nada directamente del trabajo así que debía volver a mi puesto sin saber lo que pasaría después y así fue. Como sabéis, al poco tiempo se llegó a un acuerdo y se reactivó la obra, aunque en realidad nunca paramos, ya que siempre había cosas que hacer en la oficina. Hubo días de lluvia, sol, calor, turnos nocturnos, etc.,  pero fue una gran experiencia donde aprendí mucho, vi casi todas las áreas, lugares que ya están sumergidos y que poca gente volverá a ver y además aunque entré en la mitad del proyecto, estuve en el control de calidad de todos los edificios, incluida la Torre de Control.

En Junio de 2016 fue la inauguración, se inauguraba el proyecto de ingeniería mas importante que había en el mundo en ese momento y yo había participado en él, os podéis imaginar mi satisfacción como ingeniera, fue un día muy emocionante el cual pude compartir con mi marido, a quien conocí en Panamá, con amigos y con mi familia que estaban viendo el evento en directo por la televisión desde España.

En abril de 2016 empecé en el proyecto donde estoy actualmente, en la Ampliación del Puerto de Rodman con Jan de Nul, como Ingeniera de Calidad. Jan de Nul es una de las empresas que formaron parte del consorcio de GUPC y especialista en el sector del dragado y obras marítimas entre otras cosas. Es un proyecto para ampliar la capacidad del actual muelle de contenedores y adaptado a las dimensiones de los nuevos buques que pasan por el nuevo canal ampliado. Técnicamente es un proyecto de gran interés ya que se está haciendo el muelle en seco casi en su totalidad. Es un entorno totalmente multicultural y estoy muy contenta de poder participar en él.

Además del trabajo, supongo que, si alguna vez os habéis planteado venir a Panamá, os han venido mil preguntas a la cabeza, así que os voy a contar un poquito de cómo son otro tipo de cosas por aquí.

La capital es grande, como dije tiene bastantes edificios altos pero el tráfico es bastante caótico, la mayoría de las calles de único sentido y dificulta llegar a los sitios, ya que si hay tranque cambiar de ruta es difícil. Pasear por según qué zonas es difícil, ya que es una ciudad pensada más para coches que para peatones y hay pocas aceras, pero hay parques preparados para ello, aunque a mí personalmente me da bastante pereza ir ya que hace mucho calor.

La comida: hay de todo, o casi todo, solo hay que saber buscar, La comunidad española es bastante grande y hay muchos productos españoles, de hecho, esta semana han empezado a comercializar el Cola cao, aunque la mayoría de las cosas son mucho más caras que en España, sobre todo las cosas de higiene como el gel de baño. La oferta de restaurantes es muy grande y de todo tipo.

Hay bastantes tiendas, aunque principalmente en centros comerciales, el concepto de pasear e ir de tiendas por el centro como podía hacer por la Gran Vía, aquí no se hace, hay alguna calle de tiendas, pero pocas y con el calor o lluvia se dificulta, así que es más habitual ir al “mall”.

El Casco Viejo es uno de mis lugares favoritos de Panamá, es muy bonito, ahí si es más fácil pasear y la mayoría de las casas están restauradas. Hay muchos restaurantes y discotecas, lo que hace que puedas ir en cualquier momento del día, a comer y pasear o a cenar y salir de copas después.

Fuera de la ciudad todo es bastante diferente. Hay pocas carreteras lo que dificulta los trayectos. Uno de mis lugares favoritos es San Blas, es un archipiélago de 365 islas en el Caribe donde no hay nada, duermes en una cabaña en la playa y disfrutas de sus habitantes los Kuna (Tribu indígena de Panama). Creo que fuera de Panamá no es muy conocido, pero es una verdadera preciosidad, se tarda en llegar como 3 horas desde la ciudad y es una sensación de contacto con la naturaleza total, no hay electricidad ni agua corriente y te despierta el ruido de las olas al amanecer y la luz del sol al entrar entre los huecos del cañizo de la cabaña.

Otro lugar muy bonito es la península de Azuero, está a 4.5 horas de la ciudad. Tiene playas para hacer surf, Playa Venao es de las más famosas. Pedasí es uno de los pueblos más turísticos de la zona, al cual tuve la oportunidad de ir bastantes veces ya que David, mi marido trabajó allí durante un año. Coiba es otra isla a la que acuden muchos buceadores, es una reserva natural y simplemente hacer snorkel es un espectáculo, digo esto porque el buceo son palabras mayores para mí.

Aunque Panamá hace frontera con Colombia, no es posible llegar por carretera, ya que el Darien está por medio y las carreteras no continúan. También hace frontera con Costa Rica, pero no he ido aun en coche hasta allí, aunque si me he quedado cerca, en Boquete, un pueblo de montaña, bastante fresco, ideal para visitar cafetales, ir a aguas termales o subir al Volcán Barú, dicen que desde la cima se ve el Pacifico y el Atlántico, pero no he subido.

En julio hago 5 años aquí y está siendo una gran experiencia, tanto profesional como personal. Mi familia me ha apoyado mucho y aquí he formado una nueva, así que, si os estáis pensando salir, animaros.

Patricia Márquez Paniagua

Patricia Márquez Paniagua es Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid. Actualmente trabaja como Ingeniera de Calidad en Jan De Nul Group , Panamá.

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