caminahora

IRSE PARA VOLVER

Hola, Soy Flavia Conde y me hace muchísima ilusión poder escribir en Caminahora. Agradezco a Juan y a Manuel Chiachio por haber querido contar conmigo para que explique mis inicios en el mundo empresarial. Es todo un honor para mí escribir mi primer post online y más aún haber sido invitada por dos grandísimas personas y profesionales como ellos.

Estudié Administración y Dirección de empresas en una importante escuela de negocios en Barcelona y cuando terminé la carrera en el año 2012 me di cuenta que necesitaba vivir una experiencia internacional: lejos de mi familia, amigos y de todo lo que me rodeaba en mi ciudad. Quería tomar las riendas de mi vida y sobretodo tener discernimiento sobre lo que yo era (tanto a nivel personal como profesional). Para mí era importante saber cómo encaminar mi futuro; después de haber centrado los últimos 4 años de mi vida a estudiar, me sentía como vacía y sin saber muy bien hacia dónde tirar. Necesitaba ordenar mis ideas, aclararme y ver qué es lo que más me convenía a mí (que a veces difiere de lo que te gustaría)…

Sabía muy bien, que todas estas inquietudes sólo podría meditarlas y encontrarles respuesta si estaba lejos de la ciudad y el entorno que me había visto crecer: Necesitaba verlo todo con distancia ya que mi forma de ser, mis apegos con los demás, mi constante preocupación por todos y mi intensa actividad diaria…Me impedían ver y saber quién era realmente. Estaba convencida que tomar distancia es lo que me haría crecer. Además, el lugar escogido, era el soñado desde mi infancia y tenía por delante una gran oportunidad para seguir formándome profesionalmente en una gran multinacional como es HP, así como mejorar mi inglés.

En Hewlett Packard, formaba parte de una Business Unit que buscaba dar nuevos servicios tanto a SMB (pequeñas/medianas empresas) como a consumidores finales. Daba soporte a diferentes proyectos que tenían que salir hacia delante. Principalmente mi trabajo consistía en hacer informes analíticos e investigaciones de mercado que ayudaban en la toma de decisiones de todo el equipo. También organicé dos focus groups con personas en edad avanzada, para tener consumer insights reales de las dificultades y miedos que tienen al utilizar los nuevos dispositivos informativos. Por último, lideré unas 12 entrevistas con directivos de empresas pequeñas (menos de 10 empleados) para que nos informaran de la tecnología que utilizaban en sus compañías y que nos dijeran cuales eran sus necesidades más vitales para desarrollar el negocio en el que estaban.

fla
Fue muy interesante mi experiencia en HP; tanto por todo lo que aprendí a nivel profesional como por el gran valor que aporta conocer una forma de trabajar totalmente diferente a la que estamos acostumbrados en España. En California, confían mucho más en el empleado y en su capacidad de sacar adelante proyectos sin ser controlados constantemente. En HP, y en la mayoría de empresas en USA, el horario es muy flexible y muchos trabajan desde casa: mientras se cumplan los objetivos nadie va a controlar cómo gestionas tu tiempo.

Es lícito decir que semanas antes de emprender mi aventura en California, no me hacía especial ilusión irme…Me gustaba Barcelona y mi vida aquí…Pero sabía que necesitaba hacerlo, algo en mi corazón me llamaba a irme; poder pensar, madurar con el objetivo de volver algún día, cambiada y con más fuerzas. Estaba “cansada” físicamente y mentalmente de la vida que llevaba y quería empezar de cero en un lugar desconocido para mí.
Es importante que la gente que decide irse fuera, sepa que no es fácil. Hay algunos afortunados que desde el minuto cero están encantados de vivir en un país que no es el suyo y que desde el principio saben que van a pasar años hasta que decidan volver a su lugar de origen…Pero muchos otros, y ese es mi caso, saben que la experiencia internacional va a aportarles mucho en sus vidas y que van a crecer y madurar como personas, pero sin embargo les costará, les costará sobre todo tomar la decisión de irse y llevarla a cabo: dejar todo lo que tienes para emprender una aventura: sea temporal o indefinida, es una decisión valiente y atrevida para los que nos cuesta irnos.

Llegar e instalarse en un sitio desconocido cuesta su debido tiempo y más si nunca antes has estado en situaciones parecidas. Adaptarse a un nuevo entorno, a una nueva cultura, a un estilo de vida diferente, abrirse y conocer gente, aprender el idioma…Cuesta y mucho. Sin embargo, el esfuerzo y la perseverancia que todas estas personas hacen para conseguir estar bien en el nuevo destino, vale muchísimo la pena a largo plazo.
Hoy en día, la inmediatez es lo que prima, y muchos jóvenes no somos capaces de pensar en el largo plazo y de tener paciencia para aguantar los momentos difíciles que pasan en la vida. Pero según mi experiencia (no por los años vividos sino por la intensidad vivida), de todo se aprende y de los momentos difíciles más.

No me quiero alargar mucho más, simplemente deciros que mi experiencia en California ha sido una de las más importantes, necesarias y gratificantes de mí vida. ¿Y por qué? Por el proceso de maduración que toda experiencia internacional ayuda a conseguir a todo el mundo que la vive, por haber conseguido dar respuesta a prácticamente todo lo que me pasaba por la cabeza, por haber conocido a personas maravillosas que me hicieron pasar momentos inolvidables, por haber podido trabajar en una de las empresas multinacionales tecnológicas más importantes del mundo, por haber sabido tomar mis propias decisiones, por haberme podido levantar en los momentos duros, por haber tenido la oportunidad de poner en práctica todo lo que me han enseñado en casa, por haber sabido discernir entre lo que está bien y lo que estaba mal, escuchando mi voz interior y no opiniones ajenas…Y lo más importante, una experiencia como tal, ayuda a conocerse más a uno mismo y a saber cuáles son nuestras limitaciones y prioridades en la vida.

Yo, después de unos meses tan lejos de casa, tuve claro que quería estar cerca de mi familia y amigos. Que lo mío no era estar fuera muchos años; pero tenía claro que quería volver reconvertida en una nueva YO: consiguiendo pasar de niña a mujer y sabiendo que la vida es un aprendizaje constante en el que hay alegrías y tristezas. Pero, cómo me dijo un amigo una vez; “La vida solo puede ser entendida mirando hacia atrás, pero sólo puede ser vivida mirando hacia adelante.

6 comentarios

  • Flavia muchas muchas felicidades por tu primer artículo!!! Me ha encantado desde principio a fin.
    Encuentro que has sabido expresarte muy bien y seguro que ayudara a gente de una forma muy real.
    Gracias y espero que hayan muchos más!!!
    Un besito enorme❤️❤️
    Ya tienes una fiel seguidora

  • Hola Flavia! Yo estuve un par de años en Torino (Italia) y luego volví a mi lugar de origen en Granada. Estoy de acuerdo contigo en que cambia la perspectiva y te conoces mejor. En mi caso, volví con nuevas inquietudes tanto profesionales como en otros ámbitos. Descubrir esas inquietudes me está ayudando a conocerme mejor.

    ¡Enhorabuena por tu gran artículo!

    Jaime

  • Olé Fla!! Gran primer artículo!!! Muy bien escrito y lleno de realismo y optimismo a la vez!! Felicidades!! Me ha encantado.

    Un besito

  • Muchas gracias Flavia por compartir tu experiencia¡
    Coincido en la importancia de cambiar de coordenadas para veer las cosas desde otro ángulo. Esto es de gran ayuda para entender mejor tu entorno, quién eres, y quién quieres ser 😉

    Un abrazo¡