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Mi vida en el Norte

Hola a todos, me llamo Juan Carlos Galán y soy Ingeniero de Caminos por la Universidad Politécnica de Madrid y desde 2013 estoy en el lejano norte, en Escocia, ¡al fresco!

¿Qué me llevó tan al norte desde la soleada España? Esta es mi historia…

Cuando acabé la carrera, allá en un lejano 2012, me puse a buscar trabajo pero como todos sabéis el tema estaba bastante negro. Después de echar CVs, hacer un curso del paro de AutoCad e ir a Suiza a una entrevista para la cual no me pagaron el vuelo tal y como me prometieron (así se hacen ricos, digo yo), empecé a trabajar de becario en una empresa de telecomunicaciones. Me dedicaba a testear un decodificador para una empresa de tv por cable de Singapur y, tras 3 meses delante de una pantalla aporreando botones de un mando a distancia durante 8 horas al día (tarea excitante a la par que motivadora donde las haya), decidí echarme la manta a la cabeza y emigré a Edimburgo, capital de Escocia.

¿Por qué Edimburgo? Una ciudad bonita, con vuelo directo a Madrid y donde hablaban un idioma que, hasta aquel momento, me parecía que entendía. Craso error: en España el nivel de inglés es paupérrimo y, para complicar más el asunto, el acento escocés es duro, difícil, áspero, a veces ni un inglés los entiende cuando hablan. He de decir que, tras cuatro años aquí, escuchar acento escocés me hace sentir en casa. ¡A estas alturas me siento orgulloso de entender al 90% del personal! Incluso uso palabras escocesas normalmente.

Laboralmente hablando, los comienzos fueron complicados pero tras diversas desventuras encontré trabajo donde más fácil es: hostelería. Es impresionante lo fácil que es encontrar trabajo de camarero si hablas un poco de inglés y, si no lo hablas, de limpia platos o de limpiador de habitaciones. Y con un sueldo mínimo puedes tener una vida más o menos decente (menos en Londres, los precios allí son otra liga y el sueldo mínimo es el mismo en todo Reino Unido). Edimburgo tampoco es el sitio más barato pero sobrevives bien. Los contratos en hostelería son normalmente de cero horas, es decir, te pagan por hora trabajada pero en tu contrato no te especifican cuantas horas vas a trabajar, aunque cuando empiezas te dicen más o menos las que vas a hacer. Malo: no te aseguran por contrato las horas; bueno: hora que trabajas, hora que cobras, no hay horas extras gratis.

Mientras en España es difícil encontrar trabajo hasta de camarero, aquí es sencillo y, además, puedes vivir de ello, lo cual explica por qué hay miles de españoles en Reino Unido. Aquí en Edimburgo creo que incluso hemos desbancado a los polacos de la primera posición en número de inmigrantes. De lunes a viernes trabajaba en un hotel grande y famoso en el centro de camarero de desayuno, donde salté a servicio de habitaciones para terminar de portero, recibiendo a los clientes, entre ellos a gente como Alex Salmond (ex primer ministro de Escocia) o George Clooney; los fines de semana trabajaba de recepcionista en un pequeño hotel. Trabajaba 40-45 horas a la semana repartidas en 7 días a la semana, durante dos años y medio. No descansaba ningún día. Fue una experiencia enriquecedora: aparte de aprender el oficio y mejorar inglés, también aprendí rudimentos de húngaro, polaco y vasco… ¡casi todos éramos inmigrantes! El sector de la hostelería básicamente se viene abajo sin inmigrantes, al final es un trabajo duro y mal remunerado. Lo que más aprendí fue de la vida, aprendí a moverme en ambientes que no eran los míos y a sacarme las castañas del fuego yo solo. Esto no es moco de pavo porque también me di cuenta de la cantidad de inútiles que había dirigiendo, no he visto mayor caos en ninguna empresa. Los equipos rotaban muchísimo porque los managers eran malísimos y las empresas no cuidaban de su propio personal. Algunos de mis compañeros eran pésimos, como trabajadores y a veces como personas…otros son ahora mis mejores amigos. Pero al fin y al cabo si hay demanda y poca oferta, contratas a lo que puedas, no a lo que quieras. Un horror, vamos, pero al fin y al cabo era trabajo y me pagaban a fin de mes. Eso sí, después de ver dos hoteles por dentro y su funcionamiento, te das cuenta de toda la mierda que hay por detrás y de que no es oro todo lo que reluce. A vista del cliente, todo maravilloso; por detrás…he visto cosas que harían vomitar a una cabra, como diría Rambo.

Mientras tanto, seguía echando CVs en mi sector. Lo que me gusta de Reino Unido es que las empresas buscan recién graduados para que trabajen y formarles, tienen programas específicos para ellos, los denominados programas de graduados. También lo intentaba de Assistant Engineer o Cad Technician (con la idea de empezar de delineante y escalar a puestos técnicos). Después de muchos infernales y eternos procesos de selección y alguna entrevista, hace un año recibí por fin una oferta: Network Rail, la compañía que gestiona la infraestructura ferroviaria en Reino Unido (como ADIF en España), me quería en su equipo como graduado. Evidentemente acepté, además de ser el sector donde siempre había querido trabajar, salía de ese pozo de inmundicia llamado hostelería.

Trabajar como personal cualificado es completamente diferente: te valoran, te forman, buenas condiciones laborales, buen salario…como para volver a casa. Mucha gente me dice que en España se vive mejor y sí, es cierto, el clima y el estilo de vida son muchísimo mejores, pero yo no soy una planta, no puedo vivir solo del sol. Necesito dinero para vivir y pagarme mis vicios, como todo el mundo. Aquí los compañeros me preguntan por qué me vengo de la soleada España a Escocia pero cuando les digo que cuando salí de España la tasa de desempleo era de 26%, simplemente alucinan.

Aquí en Network Rail me tratan bien. Los seis primeros meses me los pasé rotando casa dos semanas de departamento para conocer bien la empresa y su funcionamiento. También hice muchos cursos, técnicos y no técnicos… ¡básicamente estuve 6 meses sin producir! Los cursos técnicos, sobre todos los de vía, son básicos para mí pero aquí los ingenieros civiles no estudian ferrocarriles en la carrera, increíble, luego se dice que la universidad española es mala. Damos mil vueltas a los ingenieros británicos, pero es para otro post.  Hasta terminar los dos años del programa de graduados, haré 3 prácticas de seis meses en 3 departamentos diferentes a mi elección. Y todo con buenas condiciones de trabajo, más formación y sin escatimar en seguridad. La empresa va a gastarse un montón de dinero en formarme durante dos años, ¿quién hace eso en España? Además, el gobierno está invirtiendo mucho dinero y el uso del ferrocarril está en máximos históricos y creciendo, con lo que el futuro es brillante. Luego hablo con mis amigos en España y me echo a llorar con sus desventuras…

¿Y cómo es la vida aquí? Evidentemente no es como en España pero puedo decir que vivo bien. El clima es difícil, para decirlo suavemente… Los días en invierno son muy cortos (en los peores días amanece a eso de las 8-8:30 y anochece a las 15:30-16) y en verano, eternos (a las 3 ya hay luz de sobra y hasta las 23 hay claridad).

Eso sí, lo de las nubes es permanente, tampoco llueve mucho y si llueve normalmente es chispear, pero hay mucha nubosidad, es todo bastante gris. Es difícil ver cielos completamente despejados…y si los ves, no duran mucho. O te estás mojando y con el sol en la deslumbrándote simplemente porque la nube está descargando sobre ti pero 5 minutos andando más lejos está despejado. Así pasa, cuando hace sol todos salimos de casa al parque, como caracoles. Las temperaturas no son tan extremas como en Madrid, lo cual es de agradecer, pero la humedad, nubosidad  y viento terminan minando la moral, y más cuando ves que el verano es más húmedo que el invierno. En verano, las temperaturas suelen estar entre 15 y 20 grados, que sin nubes serían unos 20-22… ¡sería perfecto! Y en invierno aquí en Edimburgo no bajan nunca de cero pero no son esos 6-7 graditos de Madrid con sol que saben a gloria bendita. ¡Ahora entiendo a los guiris en la playa, todos como girasoles buscando al sol para recargar la batería! Básicamente ahora soy uno de ellos pero sin calcetines y sandalias. Pero con todo, al final te acostumbras al clima, ¡es lo que hay! Al final la lluvia también tiene algo bueno, deja unos paisajes verdes y espectaculares…

Las costumbres de aquí son a veces muy diferentes, horarios, comidas, etc. ¡Jamás he visto tanta comida basura, sándwiches preparados, patatas fritas y diferentes chocolatinas en mi vida! Y, para ser puerto de mar, casi no hay pescado, hay pocas pescaderías y con poca variedad de género. En la carnicería, lo mismo: cuatro cortes y salchichas. Pero si lo buscas al final encuentras casi de todo (menos hueso de espinazo para los garbanzos y gallina para el caldo). Aquí el horario de comida el de 12 a 14, básicamente no almuerzan como nosotros en España y entonces adelantan la comida. A eso te adaptas rápido, pero jamás entenderé cómo comen tan mal con el buen producto que tienen. Simplemente no tienen cultura culinaria, para ellos comer a veces es un acto de supervivencia más que otra cosa, mientras que en España es  también un descanso, una oportunidad para sociabilizar con familia y compañeros de trabajo. Aquí mucha gente come delante del ordenador.

He de decir que, a pesar del clima y de las costumbres sociales y culinarias, me sale a ganar en Escocia. Tengo una buena vida, un buen trabajo donde me valoran y tengo futuro, y me da para vivir. Los escoceses son buena gente, más majos que los ingleses (dicho por ingleses, no por mí, cuanto más al norte, más maja es la gente). Lo del futuro también se tambalea un poco con el tema del Brexit pero el gobierno no puede permitirse el lujo de echar a 3 millones de trabajadores que están o bien en puestos que nadie quiere (hostelería, agricultura…) o en puestos cualificados que no cubren. Y si tengo morriña o falta de sol, en 3 horas de vuelo lo tengo solucionado. Edimburgo es una ciudad preciosa y no lo suficientemente grande como para estresarte ni lo suficientemente pequeña como aburrirte, tiene además mucha vida. Echo de menos a mi familia y amigos, pero aquí también tengo amigos. Lamentablemente, no creo que vuelva a España en un futuro cercano.

Un saludo,

Juan Carlos Galán Palacios

Juan Carlos Galán es Ingeniero de Caminos por la Universidad Politécnica de Madrid. Actualmente trabaja como Graduate Civil Engineer en Network Rail, Reino Unido.

2 comentarios

Responder a Juan Carlos Galán Cancelar

  • Un poco subido de tono el artículo. No está bien que menosprecies lo que te ha dado de comer durante bastante tiempo y te ha ayudado a llegar donde estás hoy.

    Por cierto, el puesto de Assistant Engineer no tiene nada que ver con ser Technician. Un Assistant Engineer está por encima de un Graduate Engineer.

    Espero que vaya todo bien por aquellas tierras y te ayuden a progresar en tu carrera.

    Un saludo

    • Hola Daniel, muchas gracias por tus comentarios.

      No creo que el artículo sea ni subido de tono, creo que no has visto lo que he visto yo. Simplemente cuento la realidad. Hostelería es un trabajo digno del cual no me avergüenzo de haber hecho…pero me han tratado bastante mal (como a casi todos) y no me han ayudado nada a llegar donde estoy hoy. No menosprecio el trabajo en sí, menosprecio el sector en general, que nos trata fatal a todos. Y he llegado aquí por mí mismo, perseverando, con ayuda de mi gente. Cierto es que me han dado de comer, pero yo también he dado mi trabajo, más del que debería por el sueldo y el reconocimiento que recibía. En mi hotel el 50% o más del staff se iba a los 3 meses…fíjate qué sitio tan bueno para trabajar!!

      Tienes razón, un asistant engineer no tiene nada que ver con un technician…pero yo lo intentaba, el peor negocio es el que no se hace!! Junto con el de graduado, son los puestos más básicos, por eso intentaba entrar por ahí.

      Muchas gracias por tu animos! Espero que el próximo paso sea volver a casa!!

      Un saludo!!