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Mis papeles en el desierto panameño

Soy David Gaspar, tengo 25 años y soy Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Valencia, actualmente me encuentro en Panamá trabajando como coordinador del proyecto de supervisión de la construcción de la obra Ciudad Esperanza de Arraiján (Panamá Oeste). Llevo aquí desde Junio del año pasado, después de llegar de Ecuador, país que me dio la oportunidad de empezar con mi vida laboral y que me aportó otras muchas cosas, recordando sobretodo con mucho afecto las relaciones y amistades que a día de hoy mantengo efusivamente.

En realidad, ya son tres años fuera de casa, desplazado de mi gente, mis amigos y mi familia, familia que me ha visto crecer en un pueblecito llamado Yecla, al norte de la Región de Murcia. Mi experiencia internacional comenzó el día que decidí realizar el proyecto final de carrera en algún país latinoamericano, y el país que me dio esta oportunidad fue Ecuador mediante una empresa local; sin embargo, no podía dejar la ocasión de realizar el Erasmus y a los pocos meses de estar en el país ecuatoriano decido embarcarme unos meses hacia un nuevo destino, esta vez a la ciudad italiana de Bolonia, que da nombre al famoso plan universitario de estos últimos años, para terminar mi proyecto final de carrera en una universidad reconocida y de prestigio como es la Universita di Bologna.

Ya soy Ingeniero, uno espera que le llamen a la puerta de casa ofreciéndole la oferta de empleo de su vida, pero eso no ocurre, o por lo menos no sucedió en el primer mes que estuve como ingeniero en el sofá de mi casa. Con mes y medio siendo ingeniero, decido regresar a Ecuador y comienzo mi aventura profesional en la provincia de Tungurahua, rodeado de volcanes activos, con la inspección de una obra de agua potable en una comunidad indígena, gratificante pensar que en unos meses podrán beber agua desde el grifo de casa estas personas humildes y honestas que me preguntaban día a día: «Ingeniero, ¿cuánto falta para que llegue el agua a mi casa?», ese tipo de cosas son las que le hacen a uno crecer como persona, o por lo menos a mí.

Siempre dicen que lo más importante es empezar, una vez empiezas parece que las oportunidades de empleo mejoran y es ahí cuando decides emprender rumbo a Panamá, un país lleno de contrastes, un país que no es solamente el canal y los Panamá Papers, un país con oportunidades laborables increíbles que hacen a uno crecer profesionalmente.

Ya ha pasado más de un año desde que llegué a Ciudad de Panamá, más de un año aguantando este ritmo de vida del que mucha culpa tienen los norteamericanos, al fin y al cabo, debemos recordar que ellos estuvieron gestionando el canal hasta el año 1999 y eso quieras que no ocasiona que se haya producido un intercambio cultural con ellos, que permanece a día de hoy en el país istmeño. Realmente, hay que decir que lo que es Ciudad de Panamá es una burbuja creada por nosotros mismos, los extranjeros, nosotros ponemos los precios en los supermercados, ponemos los precios de los alquileres de las casas y establecemos el nivel de calidad de vida que se tiene actualmente en la capital panameña. Han sido muchos los extranjeros que hemos decido emprender nuestra nueva aventura aquí y eso se nota, se nota sobretodo en las calles y en el tráfico o «el tranque» como lo llaman aquí, si además a todo eso sumamos el clima, en estos seis meses de lluvia el efecto del tranque se multiplica x10, recordando que aquí llueve 6 meses seguidos desde Junio a Diciembre y el resto del año no cae ni una gota.

Hablemos un poco de la situación laboral, personalmente la relación con los compañeros del trabajo es muy buena, somos un equipo joven integrado por españoles, mexicanos, venezolanos y panameños, todos llevamos a cabo una labor importante de supervisión de uno de los proyectos habitacionales más grandes que está gestionando el Ministerio de la Vivienda de Panamá en estos momentos, se trata del proyecto Ciudad Esperanza que consiste en la construcción 2270 viviendas sociales repartidas a lo largo de las 36 hectáreas de terreno que engloban entre otros 70 edificios, planta de tratamiento, complejo universitario, etc. A todo lo anteriormente mencionado se añade el hecho de ser un proyecto de compromisos políticos para las nuevas elecciones del 2019, lo que hace que se mantengan dos reuniones por semana, como mínimo, entre el contratista, la supervisión y el cliente; sabemos de la importancia de este proyecto, tenemos la punta de mira de televisiones y prensa que acuden al proyecto periódicamente, ¿suena ambicioso? ¿suena grande? ¿sería posible participar actualmente en este tipo de proyectos en mí país natal actualmente?, estas son las preguntas que me hago de vez en cuando y hacen motivarme para seguir haciendo mi trabajo lo mejor que pueda.

Fuera del ámbito laboral, mantenemos un grupo de amigos, casi todos españoles, grupo que en estos últimos meses ha disminuido por gente que regresó a la madre patria, es decir que ahora mismo somos pocos, pero buenos empáticos y dedicamos nuestro tiempo libre para conocer un poquito más este país que nos acoge en la actualidad, excursiones a las islas de San Blas o al volcán Barú en Chiriquí, son los paseos que recuerdo con mayor ilusión.

Siendo realista, son muchas las personas que coinciden como yo, pensando que este es un país pasajero, es complicado tener proyectos de futuro aquí, puedo deciros que recién llego de vacaciones de España, después de esas cervecitas con los amigos o esos días en la playa con la familia, se hace difícil regresar de nuevo a la realidad, pero a pesar de ser complicado y tener esa incertidumbre de en qué fechas volverás a ver a tu familia o en especial a tu sobrino de año y medio, te sientes afortunado, afortunado por continuar aprendiendo algo nuevo todos los días y afortunado por poder establecer unos vínculos personales y profesionales con las personas con las que estoy rodeado ahora mismo.

 

Saludos desde Panamá.

 

Gracias a la vida, que me ha dado tanto- Mercedes Sosa

 

David Gaspar Soriano

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David Gaspar Soriano

David Gaspar Soriano es Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos (MSc Civil Engineer) por la Universitat Politècnica de València (UPV). Actualmente trabaja como Gestor de proyectos civiles en SEG Ingeniería, Panamá.

4 comentarios

  • “Ingeniero, ¿cuánto falta para que llegue el agua a mi casa?” Wow, qué gratificante. Felicidades por tu buen trabajo y labor.

  • Hola David, me ha encantado leer tu post, tu historia es genial. Si algún día decides volver a España, serás más que bienvenido, y que sepas que España está bastante mejor que cuando te marchaste, al menos en edificación. Mucha suerte en el viaje de tu vida.
    Fdo, un compañero de clase 🙂

  • David! Soy ecuatoriana e ingeniera en biotecnología ambiental, que gratificante que tu paso por mi país aportó a tu crecimiento profesional y personal…leí tu artículo y la versatilidad con la que te desplazas de un sitio a otro, atravesando montañas y océanos, inmediatamente pienso que no importa dónde se nace sino dónde se lucha. Éxitos en tu lucha !!!

    • Hola Sabina, que bueno escuchar estas palabras procedentes de un país que me ha dado tanto, como bien dices seguiremos en la lucha recordando que de todo se aprende y se recoge, acercándose uno a lo que más quiere.
      Éxitos en tu vida profesional.

      Saludos,