caminahora

OFERTA DE TRABAJO: CIVIL ENGINEER FULL TIME EN MARTE

Primeramente, agradecer la invitación del equipo a dejar mi huella en esta increíble iniciativa. Me gustaría dar mis primeros pasos en caminahora de una manera un poco inusual. Algún día volveré por estos lares para narrar la historia de mi carrera académica-profesional, de cómo llegué a donde vine, de cómo vine de donde llegué y especialmente, cuales son a mi parecer las perspectivas de una especie en riesgo de extinción, la nuestra, la de la casa, la del Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. De cómo un habitante de la Castilla más profunda, acabó ejerciendo esta bella profesión por tierras suizas, y se encuentra redactando este post desde la habitación del piso veintisiete de un hotel al otro lado del mundo, en Manila, Filipinas.

En una de estas misiones profesionales de corto-medio plazo, es complicado encontrar esa estabilidad social diaria que se disfruta en el país de residencia. La soledad transitoria es ineludible en este tipo de contextos profesionales, aunque no tiene por qué ser vista como algo negativo, sino más bien como una oportunidad para dedicarse a otros quehaceres que en otras circunstancias, nunca serian prioritarios. En mi caso, aparte de la lectura y el backpacking, tengo a mi disposición un océano de tiempo que me permite reflexionar sobre temas de toda índole, a poder ser, cuanto más inverosímiles, mejor.

 

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Este debo ser yo, pensando cerca de Kiapo Church, Manila

 

En uno de estos picos de agudeza mental, empecé a divagar sobre los problemas del planeta, las energías renovables, el crecimiento demográfico y en definitiva, como afectaría la escasez de recursos al futuro de nuestra civilización. Llegué a la conclusión de que en un arrebato de orgullo humano tecnológico en algún punto no muy lejano de nuestra evolución, miraríamos más lejos de nuestro alcance, dejando de lado nuestro propio planeta, para adentrarnos en el universo infinito de posibilidades de la colonización planetaria (véase galáctica).

Una vez vencidos todos los problemas de las naves espaciales, el llegar hasta allí, los agujeros de gusano y todo ese berenjenal que nuestros compañeros de físicas y aeronáuticas deberían poder resolver por sí solos -tampoco podemos hacer todo nosotros- llegaría el momento en el que el Project manager de turno tomara el mando: « Bueno, a ver, los ingenieros civiles, sí ustedes, acérquense pa’qui por favor. Sí, a ver, su turno, empiecen a proyectarme aquí unos edificios, póngame una carretera por aquí, un viaducto por allá, que tengo ese cráter que me está molestando… ».

 

Civil Engineer común en el 2153 d.C

 

Supongo que para esos entonces, ya habría una carrera relevo llamada “Ingeniero civil, máster en construcciones extraterrestres”, muy cool y moderno todo, y que por qué no, habríamos recuperado ese prestigio que la crisis del ladrillo nos quitó de la noche a la mañana. Y hasta puede que algunos lo vieran como una oportunidad para volver a España a currar de una manera decente, quién sabe. Ahora bien, para hablar de algo técnico -que es para lo que estoy aquí- la pregunta es: ¿qué tendría de particular la construcción en todos esos planetas alejados? Pues ahora atentos, porque aquí van algunos puntos claves que deberán ser particularmente estudiados.

La gravedad. Sí sí, ya puedes sacarte de la cabeza el 9,81m/s2 que tanto te gusta, y empezar a tener una tabla con las gravedades de tus planetas de proyecto. Cabe recordar que las propiedades mecánicas de los materiales no cambian en el espacio, pero una gravedad diferente hace que los esfuerzos sobre la estructura varíen drásticamente. Básicamente, ¿qué quiere decir esto? Con la misma geometría que en la tierra, el mismo tablero de sección de un puente en la Luna o en Marte –por no irnos muy lejos- podría tener dos veces más de luz que en la Tierra (la raíz de la relación de las gravedades, obviando las flechas…). En otros casos y aunque a primera impresión no sea el planeta en el que todos desearíamos emigrar, cabe recordar que la gravedad de Plutón es 25 veces menor que en la Tierra!

 

Newton sabía que la manzana es más dolorosa en algunos planetas que en otros.
Newton sabía que la manzana es más dolorosa en algunos planetas que en otros.

 

La dilatación. Las gravedades relativamente bajas del sistema solar podrían jugar a nuestro favor para reducir los esfuerzos sobre nuestra estructura… dicho esto, ¿qué pasa con los cambios de temperatura? En la Luna o en Marte, estaríamos hablando de variaciones de más de 200 grados día-noche, verano-invierno. Semejante juntas de dilatación! ¿Solución simple de esto? Di adiós a todos tus cursos y experticia en hormigón y metal, y empieza saludar a tus nuevos amigos: fibra de carbono, diamante o titanio, cuyos coeficientes de dilatación son mucho más bajos (y cuyos precios, te van a hacer pensarte dos veces, el sobredimensionar tus cálculos).

 

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El aislamiento: Con semejantes condiciones de temperatura y presión…. ¿Te imaginas la brasa que nos darían nuestros colegas arquitectos para evitar los puentes térmicos? Y con mucha razón. Para los detalles de construcción de ventanas, puertas (o compuertas) y un largo etcétera, tendrías las mismas exigencias que los de las naves espaciales. Esto implicaría un cambio rotundo en las profesiones del dominio, donde cualquier obrero de segunda lidiaría con tareas de una calidad técnica sublime…que tiemblen los de la NASA!

La construcción y la seguridad: La mano de obra humana no tiene cabida en el dominio interplanetario, al menos por ahora. Si la seguridad ya es la asignatura pendiente en nuestro sector, donde exigir el uso de casco o arnés ya es de por sí, una tarea ardua, ¿se imaginan a nuestros queridos colegas encofradores y ferrallistas con las escafandras allí puestas a golpe de martillo sobre el andamio? Las máquinas deberán relevar tarde o temprano cualquier trabajo de riesgo en el dominio.

 

El ferrallero y el encofrador en 2153 d.C., respectivamente.
El ferrallero y el encofrador en 2153 d.C., respectivamente.
 

En conclusión, nos queda un largo camino hasta llegar a ni siquiera plantearnos el hecho de poder construir a escala planetaria. Sin embargo, tengo la convicción de que es una etapa que está por llegar en la historia de la humanidad. Por suerte o por desgracia, las probabilidades de ser partícipes de ese gran desafío son muy bajas. No obstante, está en nuestras manos el poder seguir evolucionando para mejorar la tecnología a disposición y así facilitar la tarea a las generaciones de ingenieros venideras. Quién sabe, puede que en nuestro lecho de muerte, abramos un periódico y leamos: “Oferta de trabajo: Civil Engineer full time en Marte”.

«Science can amuse and fascinate us all, but it is engineering that changes the world” Isaac Asimov

Un saludo lectores,

Pablo Remesal García

Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Ecole Nationale des Ponts et Chaussées en Paris (Francia) y la Universidad de Cantabria (España). Obtuvo un certificado en gestión de la ENPC School of Management.

Actualmente trabaja en Lausanne (Suiza) como Ingeniero de Proyectos de Infraestructuras. Ha sido profesor invitado en AthenaEUM. Anteriormente, realizó prácticas como ingeniero de obra en Paris y como Ingeniero de Proyectos en Kinshasa (República Democrática del Congo).

3 comentarios

  • Llevo tiempo pensando en ello.

    Te dejo mi.contacto por si has indagado en algo nuevo estos dos últimos años,!

  • Una de las ideas locas para realizar mi trabajo final de grado era precisamente hacer una aproximación al cálculo estrctural encondiciones extraplanetarias. Aunque lo descarté por diversos motivos es un tema que tengo en mente y me gustaría saber más sobre ello. Cómo fragua el hormigón en marte? Qué necesito para compactar un suelo en la luna? Las propiedades geotécnicas y portantes del terreno serán las mismas?

    Muchas gracias por aportar esta visión de futuro (no tan lejano).

    • Bastante osado para un trabajo de grado, pero desde luego interesante. Si algun dia publicas algo, hazmelo llegar, estaria encantado en echarle un vistazo.

      Te respondo desde mi mas franca ignorancia en el tema, utilizando puramente el sentido comun….y mi experiencia en la Tierra.

      1. El hormigon en Marte directamente NO fragua. Date cuenta que en nuestro planeta, tan cordial y poco habituado a los extremos, una baja temperatura no deja que las reacciones quimicas de hidratacion del hormigon se produzcan en buenas condiciones. En la mayosria de paises en los que he trabajado, hormigonar a bajo cero no esta muy recomendado, vease prohibido. Si osas ir a Marte con hormigon, mas vale que te veas acompanyado de unos buenos catalizadores y radiadores para calentar el fraguado….

      2. La superficie lunar es basicamente rocosa, asique tampoco necesitaras compactar mucho. A parte, ten en cuenta que con la baja gravedad, la presion sobre el suelo es drasticamente mas baja que en la tierra… con lo que todo esta en tu favor para tus fundaciones.

      3. Las propiedades geotecnicas dependen basicament del angulo de frotamiento intenro y la cohesion, y hasta donde yo se, la microestructura de los minerales es la misma en cualquier planeta, porque lo que si, seran las mismas. Para calcular la capacidad portante debes tener en cuenta tambien la geometria de tu superficie de apoyo… que no depende del planeta. En conclusion, no demasiado cambio => Creo que los geotecnicos lo tienen mas facil que los estructuralistas….

      Un saludo,

      Pablo