Paris est une fête [Historia de un por qué]

Musée Rodin, Paris, Fuente : Natalia CAMPOS

École Nationale des Ponts et Chaussées. Un ingeniero de Caminos, Canales y Puertos reconoce estas palabras. Y es que si hay un tema recurrente en esta carrera –y con permiso del hormigón armado-, es el de la escuela de ingeniería civil más antigua del mundo.

Estudiar en este centro es un orgullo. Para los más escépticos o los que piensen que exagero, pensad que esta escuela cuenta con una extensa lista de egresados notables. Desde Claude-Louis Henri Navier, Barré de Saint-Venant y Louis Vicat hasta el español Agustín de Betancourt y Molina, fundador de la Escuela de Caminos y Canales y, por tanto, al que debemos nuestra titulación tal y como la conocemos hoy en día.

École des Ponts [ParisTech]. Campus Descartes, Fuente : www.ponts.org

Aunque menos conocida a oídos de un ingeniero español, École Centrale de Paris [CentraleSupélec] es, si cabe, más prestigiosa dentro de estas fronteras. A diferencia de ENPC, este establecimiento ofrece una formación de alto nivel más generalista, es decir, orientada a preparar a los ingenieros en el liderazgo, en el management.

En el seno de estas dos escuelas, se desarrolla el Máster de Especialización en Grandes Obras Energéticas que curso actualmente.

El objetivo de esta formación es profundizar en el dominio de conocimientos técnicos, teóricos y metodológicos aplicables a construcciones para la energía. En otras palabras, enfocar nuestra educación como ingeniero civil a este ámbito.

Presa de Soulage. Región de Auvernia-Ródano-Alpes, Fuente : Natalia CAMPOS

La energía. El principal motivo por el que decidí redirigir mi carrera. Y es que si la energía, como aspecto básico en la vida del ser humano, ocupa titulares a diario, al encontrarnos ante una revolución energética sin precedentes este tema está más de actualidad que nunca. Nos encontramos ante un escenario desconocido, en el que las políticas energéticas se están adaptando a la urgente situación ambiental, donde consumidores pasan a ser productores y en el que el precio del petróleo registra mínimos históricos.

Partiendo de esta base, no parece precipitado decir que cursar este máster está justificado.

Dentro del ámbito de la ingeniería civil, el programa se articula en torno a cuatro ejes: centrales nucleares, presas, estructuras offshore y parques eólicos. Durante nueves meses, se imparten clases que cubren toda la vida de una obra, desde la modelización hasta el desmantelamiento. Ingenieros procedentes de empresas patrocinadoras, comparten sus conocimientos y experiencias profesionales, acercando de esta manera la formación al mundo del empleo.

Gracias a la fuerte presencia en el sector francés e internacional de los partenaires, es posible desarrollar tu carrera en el sector energético accediendo al mundo laboral a través de unas prácticas –stage- en el marco de una tesis profesional. Al fin y al cabo, son las perspectivas laborales que te ofrece un máster lo que define el equilibrio entre practicidad y vocación.

Pero, ¿por qué Francia? En mi caso, lo tuve siempre claro. Después de haber cursado un año en una escuela de ingeniería [INSA] en este país, pude comprobar de primera mano cómo es la trayectoria –o parcours– profesional de un estudiante francés. En efecto, el sistema educativo está orientado a la práctica lo que se traduce en un mínimo desajuste entre oferta y demanda laboral. La conciliación escuela-empresa es un hecho.

Aunque también azotado por el monstruo de la crisis, Francia sigue ofreciendo mejores salidas profesionales que España. Seamos realistas. Tras la devaluación de los sueldos y la tasa de paro que sufre nuestro gremio, vivir bien en España trabajando como ingeniero de Caminos, Canales y Puertos resulta casi utópico.

Pero dejando a un lado la actualidad económica que tan bien hemos aprendido, Francia cuenta con un sector energético potente que se encuentra ante una situación de reestructuración marcada por la cuarta revisión decenal de gran parte del parque nuclear -¿fin de vida?- y la integración de nuevas energías limpias. Esto supone un desafío para autoridades y empresas y, por ende, ingenieros. Trabajo.

Instalación de la cúpula del edificio de contención. EPR Flamanville 3 Fuente : www.edf.fr

Muchos de vosotros podéis pensar que todo lo aquí expuesto no es suficiente para justificar el hacer un máster en Francia. ¿Puedo trabajar en Francia sin haber estudiado allí? Por supuesto, encontrar trabajo como ingeniero civil es posible. Pero si quieres trabajar y cobrar como un ingeniero francés, tienes que salir de una escuela francesa. Justo o no, la realidad es ésa y una Grande École te abre un abanico de posibilidades laborales permitiéndote promocionar en tu carrera.

Además, como pasa en la mayoría de los países, el empleo se concentra en torno a la capital y lejos de clichés, París es una ciudad cara en la que es mejor tener ciertas garantías para vivir en condiciones aceptables.

París visto desde Centre Pompidou, Fuente: Natalia CAMPOS

En lo que a idioma se refiere, Francia al igual que Alemania es un país donde se exige hablar en la lengua oficial. Me atrevo a afirmar que el “hablo inglés porque es el idioma universal” no abre muchas puertas aquí. El nacionalismo francés, histórico y mundialmente conocido, queda muy patente en este punto.

El aspecto positivo, para nosotros como hispanohablantes, reposa en el hecho de que el aprendizaje de esta lengua nos resulta más fácil que estudiar ruso, por ejemplo. El nivel normalmente exigido en el mundo académico y laboral es el independiente o avanzado, concretamente en mi máster, me pidieron un equivalente al B2. En ningún caso me solicitaron un certificado oficial, simplemente acreditar por escrito que poseo el grado de francés demandado. La carta de motivación y la posterior entrevista personal probarán tu capacidad de comunicación.

Para terminar, me permito rescatar un extracto de Proverbios y Cantares de Antonio Machado, concretamente los versos de « Caminante, son tus huellas, el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar (…) ». Este poema, fiel reflejo de la libertad del hombre, define de manera impecable el cómo avanzar en la vida.

Este artículo está basado en una experiencia personal, en el que he querido mostrar las motivaciones que me llevaron a dar este paso tras unos meses, nada fáciles, dedicada a pensar hacia dónde quería enfocar mi carrera, decidir el rumbo que tomaría mi vida.

Espero que lo que aquí dejo le sea útil a los pragmáticos, interesante a los curiosos y de ayuda a quién la necesite.