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Proverbio Mozambiqueño: A Vida É Uma Festa (Parte 1/2)

¿Alguna vez se os ha pasado por la cabeza girar una bola del mundo de esas con las que nos enseñan geografía en el cole, taparte los ojos, dejarla que dé vueltas y pararla con el dedo para elegir tu próximo destino?

Pues eso es lo que podría haber hecho yo para decidir irme a Mozambique, pero no, no fue así como empezó mi historia.

Para aquellos camineros que tengan curiosidad por el tema de la Cooperación para el Desarrollo, y para los que no también, escribo este post.

Soy Cati Madrid, Ingeniera de Caminos por la Universidad de Granada y he pasado los últimos casi 3 años de mi vida entre idas y venidas a Mozambique. A algunos se les vendrán miles de preguntas a la cabeza. ¿Por qué te vas tan lejos? ¿Por qué Mozambique? ¿Para hacer qué? ¿Dónde está eso? ¿Qué hacías allí? ¿Y la comida? ¿Se ve mucha pobreza allí?…Empiezo con las respuestas!

Capítulo 1: Primeros pasos

Desde que entré en Caminos en Granada allá por el año 2008, tenía una curiosidad inmensa por el tema de la cooperación para el desarrollo. Ni corta ni perezosa me puse a investigar sobre Ingeniería Sin Fronteras (ISF) y…¡Qué suerte! ¡Tenían una oficina en la Escuela! Genial, allí fui yo. Pero, desafortunadamente, estaba cerrada, y no había ningún tipo de cartel con horario o alguna otra nota. Así me pasé durante un tiempo pero nunca la encontré abierta. Así que hasta el curso siguiente, en las jornadas de iniciación para el voluntariado, no pude tener acceso a ISF y otras ONGs de Granada. Para mi desilusión, ISF buscaba estudiantes de 3º mínimo, yo estaba en 2º y empezando, con lo cual, me tocaba esperar, así que hice voluntariado con una Fundación para acompañamiento de personas mayores.

En 3º me puse otra vez a la carga! Pero parecía que estaba la cosa parada, no había financiación y la poca que había se la llevaba la sede de Sevilla, por ser la central. Así que no había proyectos en marcha. Pero resultó que mi profe de Geotecnia era co-tutor de los proyectos fin de carrera del departamento de cooperación internacional para el desarrollo, ¡Ahora sí! Obviamente, me faltó tiempo para hablar con él. Aún estaba en 3º y me quedaban mínimo 2 años para elegir PFC, pero el profe me animó desde el primer momento a hacer este tipo de proyectos. Él formaba parte de la ONG Geólogos Sin Fronteras y tenía varios alumnos haciendo proyectos en Nicaragua, El Salvador y Guatemala.

Como dije antes, faltaban 2 años para que yo me pusiera en marcha con el PFC. Cuando llegó el momento, contacté de nuevo con Jesús, el profe. Lo primero que me dijo es que estaba la cosa mal. Que de los proyectos que tenía no me podía ofrecer ninguno porque, o no admitían alumnos o estaban cogidos. Así que me tocaba inscribirme en una lista y esperar. Fui a hablar con el tutor del departamento de Cooperación, Javier Ordóñez, esperando que la lista fuera pequeña, y salí del despacho con un sabor agridulce. Agri porque sí, era verdad lo de la lista de espera, pero dulce porque Javier es el tipo de persona que, si no lo ves del todo claro, o sencillamente no lo ves, él te quita la venda y te abre los ojos si hace falta. Así que, siguiendo su consejo, me puse como loca a buscar ONGs que tuvieran proyectos en cualquier parte y contacté con unas pocas: Ingenieros Sin Fronteras-Andalucía (los de la sede de Sevilla), Cruz Roja España, Intermón-Oxfam, y alguna más. Sin éxito. Mi hermana estaba por aquel entonces en Mozambique, así que le dije que si podía hacer una búsqueda de ONGs allí y…¡Qué casualidad! Había una que trabajaba en Agua y Saneamiento en el mismo pueblo donde estaba ella, Manhiça, y necesitaban un/a voluntario/a para recoger información del proyecto y compilarlo en un documento. Así que nada, mi hermana, Lola, me puso en contacto con la persona de referencia en Manhiça, y antes que nada hablé con ella para saber qué tipo de trabajo hacían por allí. Me convenció la idea de poder hacer mi PFC en la mejora de los sistemas de abastecimiento de agua y de saneamiento de Manhiça. Hacer este proyecto me motivaba más que hacer un parking, creí que merecía la pena. Y mereció.

Antes de irme a Mozambique, pasé un par de días por Madrid, en la sede de ONGAWA, la ONG con la que finalmente me fui, para ponerme al tanto de la situación en Manhiça. Para poder ser voluntario en terreno con, me imagino, casi todas las asociaciones, necesario tener un Curso de Voluntariado Internacional. Yo lo hice en la Uni de Granada con el CICODE (centro de iniciativas de cooperación para el desarrollo). Este centro también saca una convocatoria de ayudas para hacer proyectos de cooperación al desarrollo. ¡En mi tiempo era fácil conseguirla!

En verano de 2013 hice las maletas y en septiembre me fui, en principio para 3 meses. ¡Y qué 3 meses!

Capítulo 2: La nueva

Primeras impresiones: un calor de morirse, humedad y muchos negros (perdonad la expresión, pero es que era la primera vez que viajaba a un país de África subsahariana).

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Primer día de trabajo…muy ilusionada, voy al Municipio, al Departamento de Agua, donde trabaja ONGAWA. El equipo: Atália, local y técnica de agua; Javi, técnico de agua, expatriado y yo. El jefe vivía en la zona norte del país. Muy poquitos, sí, pe  ro bien avenidos, como dirían en mi pueblo. Con un entusiasmo desmesurado me puse como loca a leer documentos del proyecto. También como loca me puse a escuchar a Atalia contándome cosas del proyecto. ¿No os ha pasado que cuando recibes mucha información en un idioma nuevo para ti terminas con dolor de cabeza del esfuerzo? Pues así acababa yo cada día con el Portugués. Aún así, el proyecto era muy interesante, pero un tanto no convencional. ¿Por qué? Normalmente los proyectos asociados a Agua y Saneamiento suelen tener una parte de construcción y otra de formación y capacitación. El objetivo de este era crear una empresa pública de agua (os dejo el nombre del proyecto: “Mejora Sostenible del Sistema de Gestión del Servicio de Abastecimiento de Agua Municipal de la Municipio de Manhiça”) a partir de lo que ya existía, que era el departamento de agua, gestionado por el propio ayuntamiento en su totalidad (esto quiere decir, por ejemplo, que la contabilidad era única, no había una cuenta bancaria diferente para el pago del agua, con lo cual, no se controlaban los ingresos específicos de agua y, por tanto, era muy difícil que los ingresos del agua fuera invertidos en el departamento de agua). Era un proyecto muy innovador del que se quería sistematizar el proceso para contar cómo se estaba llevando a cabo. Mi trabajo era recopilar información, leer, resumir y hacer entrevistas a los implicados para poder recoger todo en un documento. Todo en PORTUGUÉS!! (¿Que si ya sabía portugués? NO, pero se aprende, tranquil@s).

¿Y sobre los datos para mi proyecto, cómo hacemos? Pues hablando con Atália, que es la que más sabía del proyecto e indagando dónde podía encontrar más información, empezamos a organizar reuniones con los técnicos del departamento y con otros “parceiros” (socios, partners) que trabajan en Agua, bien en Manhiça, bien en Maputo (la capital). Y poco a poco fui recogiendo info que yo creía útil…pero no fue fácil, en absoluto. En el Municipio, los técnicos lo tienen todo en la cabeza, pero nada documentado, y no es fácil saber a ciencia cierta si esa tubería de 90 mm pasa por aquí o por allí,  y hasta dónde llega. ¿Hacer catas? ¿Qué es eso?

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Pero, ¡que no cunda el pánico! Tenemos una base de datos realizada por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) en colaboración con el Municipio y con el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (UN-Habitat) en 2012.  Por otro lado, la empresa nacional encargada de realizar el Plan Director de Abastecimiento de Agua (PDA) del Municipio de Manhiça, CONSULTEC, facilitó datos como los costes de ejecución de redes de abastecimiento de agua habituales en el país, el estudio de capacidad y voluntad de pagar por parte de la población, el levantamiento de la red (he de decir que de aquella manera, porque hicieron muy poco trabajo de campo), además de algunos mapas de las nuevas zonas de expansión que no estaban correctamente georreferenciados por parte del Municipio. Por cierto, uno de los trabajos que hice fue colaborar con el equipo técnico de CONSULTEC para poder obtener toda esta información.

Una vez que más o menos tuve lo que quería ¿por dónde empiezo? No sabía por dónde meterle mano, pues el PDA estaba casi acabado y proponer una mejora sobre ese documento no me parecía lo apropiado. Con mi tutor decidimos que lo más fácil era hacer un informe técnico, que había mucha “chicha” que sacar de toda la información que había recogido (para los que no sepan lo que es chicha: dícese de la palabra que usan los padres y madres para denominar la carne cuando eres un/a enano/a).

La historia de Catalina en Mozambique continuará la semana que viene con la Parte 2/2….

Catalina Madrid Castillo

Catalina Madrid Castillo es Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos por la universidad de Granada. Ha colaborado con ONGAWA Ingeniería para el Desarrollo Humano en distintas posiciones y con distintas responsabilidades. Actualmente busca su desarrollo profesional en Londres, Reino Unido.

3 comentarios

  • Que linda experiencia, soy geólogo recién recibido de San Luis (Argentina) y estoy buscando por todos lados voluntariados como los de cooperación para el desarrollo, o en riesgos naturales. Me encontré varias ONGs pero la mayoría están radicadas en España y si no piden experiencia en la temática! Seguiré buscando, más inspirado en tu experiencia (me gustó lo de no tener la barrera del idioma). Y cualquier dato que tengas me viene fantástico! Saludos desde el otro lado del charco 😀