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Proverbio Mozambiqueño: A Vida É Uma Festa (Parte 2/2)

Post que continúa Proverbio Mozambiqueño: A Vida É Uma Festa (Parte 1/2)

Capítulo 3: Mozambique atrapa

Fueron 3 meses intensos, sí, pero ¡aquí no se acaba la aventura! Después de un tiempo, ONGAWA me propuso volver, de nuevo en calidad de voluntaria, pero este vez más metida en el proyecto, y no sólo leyendo y resumiendo. Así que, previendo que si me quedaba en España lo que me tocaba era estar en casa (de mis padres) encerrada haciendo el PFC, decidí hacer lo mismo pero en Mozambique J No, no es verdad. Aproveché esta oportunidad!

Por las mañanas trabaja con ONGAWA y por las tardes en mi PFC. Aunque para ser sincera a veces no había distinción entre una cosa y otra porque en ONGAWA teníamos que presentar propuestas para buscar financiación para seguir trabajando en Manhiça y la parte técnica era  LA MEJORA DEL SISTEMA DE ABASTECIMIENTO DE AGUA!! Sí, lo que yo quería hacer desde el principio, pero como el PDA estaba entregado, lo que hicimos fue basarnos en esta propuesta del PDA para hacer la nuestra propia y presentarla a la AEXCID (Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo). Además de esto, que para mí fue lo mejor porque a la vez que hacía el trabajo para ONGAWA lo hacía para mi PFC (análisis con EPANET para las propuestas de mejora, análisis de la base de datos, etc.), también me encargué de redactar informes, actas de reuniones, y escribimos un artículo! (http://www.ongawa.org/publicaciones_/empresa-y-desarrollo/Alianza para mejorar la gestión del servicio de agua en Manhiça (Mozambique)!

Y…por fin entregué el PFC en junio de 2014!

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Capítulo 4: and now, what?

Como todos, me imagino, es una liberación cuando entregas el PFC, pero cuando ya lo has disfrutado, lo has celebrado y lo has asimilado, llega el momento de pánico…¿y ahora qué?

Yo lo que hice fue disfrutar del verano y esperar una llamada de ONGAWA. ¡Esta llamada llegó! Me proponían volver a Mozambique 6 meses para trabajar como Asistencia Técnica en el proyecto que ya conocía como la palma de mi mano. Tenía otra opción, que era quedarme en mi pueblo trabajando en el Ayuntamiento en un proyecto sobre geolocalización de caminos rurales, pero me pareció mucho más interesante volver a Mozambique, pues sabía de lo que iba la cosa y, creo que es obvio, le daría mucho mejor aspecto a mi Currículum.

De nuevo maletas…y a volar! Esta vez con un poquito de miedo, porque la jefa era nueva y mi puesto ya no era de voluntaria. Tenía que dar la talla. ¡Pero tenía ganas de hacerlo y estaba muy motivada! Sin duda fue una etapa muy bonita. Al principio no entendía nada: “ Mi jefa quiere que hagamos un Plan de Negocio, pero eso no lo hacen los de empresariales?”; “Mi jefe desde Madrid (el jefe de mi jefa, o sea, mi súper jefe), me pide que haga un proyecto piloto para probar el ODK (Open Data Kit), pero eso no lo hacen los de Teleco?”; “También quiere que trabaje con GIS para sacar mapas de los puntos de agua, etc. Bien!!! Eso me suena!!!  Y también quieren que acompañe a los técnicos locales a supervisar unas obras de canalización de agua, también me suena!!!”

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En realidad, me alegro mucho de haber sido “multi-tasking” durante esta etapa, y durante todas en realidad, pero esta en especial porque fue cuando comencé a tener más responsabilidad y trabajo autónomo.  Otra de las funciones que tenía era representar y, más que nada, tirar del carro, del Grupo Local de Agua y Saneamiento. Una iniciativa muy bonita, para discutir sobre la situación en la región y comenzar a trabajar en la mejora de estos servicios en zonas públicas. Visitamos escuelas y mercados, y se intentó de alguna manera hacer un diagnóstico de la situación de A&S de estas instalaciones para que los responsables pudieran tener pruebas claras de que, en la mayoría de los casos, el estado de las infraestructuras era pésimo por falta de mantenimiento.

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Esta tercera temporada se acababa!! Había sido la más intensa hasta el momento. Tanto a nivel profesional como a nivel personal había crecido enormemente. No fue fácil, a pesar de haber estado 6 meses anteriormente. Pero ya había encontrado mi lugar. No era el momento de irse.

Días antes de que llegara esa fecha de finalización me dieron una muy buena noticia: ¿te quieres quedar en ONGAWA? Y además, te contratamos!! (Sí, antes no había estado contratada, sino como autónoma…). Era un ascenso en toda regla, pasaba de ser trabajadora por cuenta propia a ser contratada como expatriada. ¡EXCELENTE!

Además, la nueva temporada venía cargada de sorpresas. La más importante, puesta en marcha de un proyecto que nos había aprobado la Agencia Extremeña de Cooperación! No iba a ser fácil porque había mucho trabajo por delante y un equipo pequeño, pero el proyecto era muy bonito: Mejora de la calidad de vida de la población de Manhiça a través de la mejora en el abastecimiento de agua y en el saneamiento. 4 líneas de trabajo: agua urbana, agua rural, saneamiento en escuelas y comunidades y apoyo al departamento de agua y saneamiento del Municipio. Un proyecto muy bonito, que a la vez era un reto porque, a pesar de la experiencia que ONGAWA tiene en este tipo de trabajos, cada país es diferente, y ya no sólo eso, sino cada zona del país. No es lo mismo trabajar en el norte de Mozambique que en el sur. Las metodologías cambian pues las culturas son muy diferentes. (Lo mismo que pasa en España con Cataluña y Andalucía, por ejemplo).

Enganchando con esta etapa, la última de todas ha sido desde octubre de 2015 hasta julio de 2016. Esta vez sí que era un verdadero desafío. Pasar de ser técnica de apoyo a ser coordinadora, y representante de la organización en el país. Esto sí que es multi-tasking y no lo que hacía antes! Esta ha sido la etapa más difícil pero la más productiva. He aprendido de todo: hacer presupuestos, gestión de recursos humanos (el equipo había aumentado, ahora éramos 4 en total), financiera, logística, administrativa, reuniones de todo tipo con instituciones de todo tipo (Gobierno Provincial, Distrital y Municipal, Banco Mundial, WaterAid, Cooperación Holandesa, etc.). Además de todo esto, llevar la coordinación de los dos proyectos en marcha: Agua y Saneamiento por un lado y Apoyo a la Sociedad Civil y Administraciones Públicas para promoción de la Buena Gobernanza por otro.

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Capítulo 5: The End

A modo de resumen, no cambio por nada mis dos años y medio en Mozambique. Ha sido una experiencia única en la que he aprendido mucho y también he “desaprendido” (en sentido positivo, siempre para mejorar las cosas aprendidas que pensaba que no estaban bien). Si tuviera que describirlo de alguna manera, ha sido como subir una montaña por lo típicos caminos que dan vueltas y vueltas hasta llegar a la cima. Pero siento que lo he logrado.

Algunos os preguntaréis, ¿y por qué te has bajado ahora que has llegado hasta arriba?

Bueno, sinceramente, porque llega un momento en el que tienes que salir. Y digo salir porque ser expatriado en un país del África Subsahariana conlleva muchas cosas: estar lejos de casa, de los tuyos, de tu cultura, de tus formas de hacer las cosas. Tiene fecha de caducidad en mi opinión.

Los ritmos de vida, la cultura, las metas personales y profesionales, las formas de trabajo, las inquietudes, la política, la administración pública…todo es diferente. A pesar de tener facilidad para adaptarme a las circunstancias y considerarme una persona bastante abierta de mente, a veces se hace complicado.

Algunas cosas que me sorprendían mucho, por ejemplo, que para ellos faltar un día al trabajo o llegar tarde sin justificación es lo normal. Que el llegar tarde a las reuniones o incluso no llegar, también es lo normal. Me sorprendía que en una institución pública como es el Municipio no tengan bolígrafos ni papel, que no haya corriente eléctrica porque se ha acabado y nadie se ha preocupado de comprar crédito, y ello conlleve perder todo el día de trabajo, o incluso dos. (Quizá os sorprenda lo de “comprar crédito”, sí, es prepago, tienes que recargar el contador y puede que se te pase fácilmente, pero si hay una persona encargada de eso…es difícil que pase. El colmo de los colmos es cuando vas a comprar el crédito a la compañía eléctrica y el sistema se les ha caído). Y la gente no se altera, no parece, aparentemente, que les preocupe, y a mí, como se dice en mi pueblo, me hierve la sangre.

Supongo, o al menos, quiero pensar, que la razón de que las cosas funcionen así es que estamos en el tercer país más pobre del mundo, que es preciso entender su cultura, su historia y que hay personas que hacen bien su trabajo, que saben lo que hacen y los problemas que hay, que se preocupan y quieren mejorar. Y esto te ayuda a asumir que los cambios son lentos, pero que al final se producen, y que nuestra forma de trabajo (la que nos han inculcado nuestros padres, maestros, profesores y la sociedad en sí) no tiene porqué ser la mejor ni la correcta, que hay que aceptar que el ritmo es DIFERENTE.

Por otro lado, creo que hay un problema bastante grave y es el factor político. Todo, y cuando digo todo es TODO, se paraliza si hay elecciones. Y no se paraliza el mes de antes, no. Por ejemplo, en 2014 hubo elecciones generales en Octubre, y desde el mes de Abril hubo reuniones de partido todas las semanas, muchas de ellas convocadas el día de antes, y a las cuales tienen que asistir todos los Concejales y el Presidente, porque si no parece que no comulgas con la política del partido, aunque seas miembro (cito palabras textuales de uno de los concejales). Este mismo concejal me decía, “Cati, esto es el tercer mundo, y es así, aunque no tengamos dinero para recibir la visita del Presidente de la República, tenemos que hacerlo, y aparentar que todo funciona bien aunque la realidad sea bien distinta”. El Gobierno Municipal es consciente de que hay que mejorar muchas cosas en la Vila de Manhiça, entre ellas, la gestión del sector de agua, proyecto en el ONGAWA trabaja. Es por ello que mi respuesta fue “para que Mozambique deje de ser un país tercermundista hay que ponerse en marcha ya y aprovechar que tenéis el apoyo de entidades como ONGAWA para asesoraros y acompañar los procesos de cambio, pero las mejoras son para el Municipio y las decisiones finales las tenéis que tomar vosotros”.

En fin, parece que me llevo un sabor agridulce, pero no es así. Una vez que empiezas a entender que las cosas no funcionan como tú piensas (o te han impuesto o has aprendido) que deben funcionar, todo te parece relativo, y la sangre no te hierve tanto. Todo esfuerzo tiene su recompensa y paso a paso, los objetivos se alcanzan.

Y por supuesto, recomiendo a todo el mundo una experiencia como esta. Y, por qué no, otra alternativa de trabajo.

 

 

Catalina Madrid Castillo

Catalina Madrid Castillo es Ingeniera de Caminos, Canales y Puertos por la universidad de Granada. Ha colaborado con ONGAWA Ingeniería para el Desarrollo Humano en distintas posiciones y con distintas responsabilidades. Actualmente busca su desarrollo profesional en Londres, Reino Unido.

1 comentario

  • No creo que pueda haber ejemplos más claros de poner el trabajo al servicio de la sociedad. Sois (en especial, Catalina) todo un ejemplo del cambio que está afrontando la profesión. Y desde luego, gente como Catalina me hace sentirme orgulloso de ser ingeniero.