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RETRATOS DE SOLEDAD

Son las siete, casi he llegado a casa, aparco después de unos minutos y me encuentro abriendo la puerta. Hace un frio horrible. Aquí es normal, ya estoy acostumbrado, a la temperatura te acostumbras, a casi todo te acostumbras. Lo que más me molesta es que abro la puerta y no encuentro mi casa, no encuentro a nadie.

Han pasado tres minutos, una eternidad en una casa fría, y pienso. Es media tarde, me dispongo a hacer aquellas cosas que me llenan el tiempo porque de alguna forma tengo que engordarlo. Empiezo con lo que me ocupa, pienso y doy respuestas rápidas a asuntos del trabajo, estudio algo que me distrae, comparto mi música con nadie.

Intentando decidir el ser o no ser creo que llego a la conclusión de que esto de estar solo en un país que no me conoce a veces no es tan agradable. Cuando todos te preguntan haces propósito positivo y halagas el resultado muy por encima de los impedimentos. Pero no es así, hay que saber y sentirse solo cuando uno realmente parece estarlo.

 

amancecer playa

 

Y me siento solo,… y de pronto suena el teléfono. Y de pronto hablo con la persona que quiero, y de pronto me dan una explicación, y de pronto descubro que parte de lo que hago o casi todo lo que hago tiene un por qué. Y de pronto sigo estando en casa, incluso parece que la temperatura ha subido algún grado, me siento mejor.

Y me doy cuenta de todo lo bueno que me rodea. A diario comparto nuevas comidas, mantengo nuevas conversaciones, me enseñan nuevas cosas. Porque es cierto que no estoy en mi casa, pero me han dejado entrar. Han dejado que me sienta parte de esto, me han abierto su puerta y resulta que ya ha dejado de hacer frío. Resulta que lo mejor de todo esto es el hecho de estar haciéndolo.

Porque la vida nos llevará a un lugar u otro pero en cada uno de esos lugares, regando las intenciones de buena fe, obtenemos cosas buenas. Debo decir que cuando sueño no estoy en un país extranjero, cuando sueño doy un paseo con mi pareja por alguno de aquellos lugares que nos gustan. Pero cuando despierto no estoy en esas calles, son otras las calles que encuentro. Sin embargo ya empiezo a conocerlas.

 

Atardecer

 

Muchos de nosotros, muchos de lo que vendrán, muchos de los que están viniendo se encontrarán como una isla en un océano que nos es ajeno. Pero todos y cada uno de nosotros tendremos la fortuna de encontrar una experiencia llena de detalles inigualables, llena de aspectos vitales que hinchan el alma de cosas buenas. Al final merece la pena.

Ya son las ocho, en casa la temperatura es agradable, la cena que espera va a ser deliciosa, la vida que sigue… eso, que sigue.

Jose Aguilar Medina

Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad de Granada. Máster MBA y estudiante de economía. Actualmente trabaja en el proyecto IFMIF-DONES.

6 comentarios

Responder a Miguel Hijano Cancelar

  • Amigo José:
    Te comprendo perfectamente y siento empatía por tu situación pues yo la he vivido anteriormente en mi juventud, en parecidas circunstancias aunque dentro de España. Quizás por mi carácter me costó horrores alejarme de los míos. También pienso en mis hijos, Ingenieros , que tendrán que desplazarse a sitios donde el ambiente les será ajeno y sentirán esa tristeza en su interior. Hoy tenemos la suerte de tener unos medios de comunicación que antes no había. ( skype, móvil …). Debes aprovecharlos.
    Algún día tendrás tu recompensa. Decía alguien que “ el que aguanta vence “ y es así. Yo tuve mi recompensa y tu la tendrás. Conocerás nuevas gentes y con el tiempo no te serán extrañas. Madurarás también en lo profesional y algún día todo esto lo contarás sin tristeza.
    Animo amigo, te comprendo perfectamente y estoy contigo..
    Un abrazo
    Félix López (Ex ACS)

  • Te unes a la panda de locos escritores incomprendidos que necesitan plasmar en letras lo que en un momento les alegra o aturde ( nos ). Para mí, no son palabras, sino aclamaciones del corazón. En la distancia… estamos contigo buen amigo. Un abrazo de una de la panda…..

    Estoy contigo. Yo a veces estoy como tú aunque un poco más cerca. UN ABRAZO amico

  • Nunca he escrito sobre este tema, pero suscribo tu artículo, añadiendo que también recibes calidez humana en otro países, que te ayudan, y hacen que te sientas como en casa.

  • Jose, como siempre gracias por tu ejercicio de apertura y puesta en común. Dejas sin palabras, pero escribo porque me has movido algo dentro. Yo también estuve en esa fría zona del planeta y me llamó la atención la paradoja actual del joven español: «Dejo un país maravilloso, lleno de desconcierto. Voy a un lugar mejor, donde haya trabajo y «satisfacción».
    Creo que somos muchos los que queremos saber más. Los que echamos de menos nuestra tierra, nuestras familias y nuestro lugar en nuestra sociedad.

    Hay tiempo,

    Un emocionado abrazo que comparto con quien pase por aquí. Este puente está orgulloso de tanta calidad humana.

    Jaime