caminahora

UN PASEO POR EUROPA, DESDE ALEMANIA HASTA SUIZA

Me llamo Ana Cañadas, soy ingeniera de caminos, canales y puertos por la Universidad de Granada. Actualmente trabajo en Basel (Suiza),  después de haber pasado por España y Alemania. Con este primer post me uno a este gran proyecto que sin duda va a ser todo un éxito y que ayudará a mucha gente, sobre todo a estudiantes y caminantes que aún andan un poco dudosos o incluso algo perdidos, como yo lo estuve en su día.

Foto reciente en Basel, donde vivimos en la actualidad
Foto reciente en Basel, donde vivimos en la actualidad

Diciembre 2009: ¡Carrera terminada por fin!  Primer trabajo en España

En Diciembre de 2009 termino la carrera y para mi sorpresa encontré trabajo muy pronto, solo unos días después. No tenía experiencia  y había hecho antes unas prácticas de 4 meses en las que aprendí muy poco. Mandé un CV en infojobs y pasé la entrevista con éxito. Era una empresa pequeña, una constructora. En aquel momento sólo había una obra pequeña funcionando y teníamos que licitar a todo lo que salía. Para mí fue un trabajo bastante frustrante. La mayoría de las ofertas sabíamos que ya estaban “dadas” de antemano y aun así gastábamos esfuerzo en ello. Unos meses después la empresa cerró como muchas otras. El personal estaba descontento, los desayunos eran siempre un monotema…”estoy harto, me explotan, me pagan poco…” así día tras día. El ambiente no era el mejor que digamos. En mayo de 2010, cuatro meses después estaba en paro y sin expectativas de encontrar trabajo.

Un año buscando trabajo sin resultado

Cuando me quedo sin trabajo me traslado a Valencia. Mi pareja trabajaba allí en el Centro de investigación Príncipe Felipe y parecía un buen sitio para buscar. Desde Mayo estuve buscando trabajo intensivamente. Tengo que decir que alguna cosa me ofrecieron y dije que no, hoy por hoy agradezco aquellas decisiones que tomé gracias a los consejos de mi pareja y de mi padre, porque creo que si por mi hubiese sido, habría cogido cualquier cosa.

En verano decido empezar un master en energías renovables semipresencial, haciendo exámenes en Madrid y Málaga. Me pareció una buena idea mientras encontraba algo. Pasó la navidad y ya veíamos que la cosa no se solucionaba, así que pensamos que debíamos tomar cartas en el asunto.

Mi pareja, doctor en Bioinformática, tenía un trabajo como post-doc en aquella época bastante bueno, para como está la investigación en España. Su CV era brillante (hoy en día aún más)  y pensamos que quizá podría mirar alguna oferta en algún país que nos gustase, ya que sus posibilidades de encontrar trabajo fuera eran más altas. Finalmente y muy rápidamente tuvo dos ofertas de trabajo: Oxford y Berlín.

Después de un tiempo meditando donde ir, nos decidimos por Berlín. El alemán era una desventaja, frente al inglés de Oxford, pero supusimos que Alemania era un buen sitio para una ingeniera como yo. Además era la época que se decía a todas horas que se necesitaban ingenieros en Alemania.

Primera parada: Berlín

15 de Abril de 2011, aterrizamos en Berlín. Tuve suerte y me siento afortunada de haber emigrado junto a mi pareja. La compañía en esos días tan duros es muy importante. Allí estaba además desde hacía un mes mi amigo José Antonio, que publicó un post el año pasado en caminahora. Conocer a otros españoles que viven en tu destino está muy bien para salir, despejarse y contar las experiencias y dificultades por las que vamos pasando.

ana-foto-article-0

El centro de investigación Max Planck, donde trabajaba mi pareja, nos ofreció una habitación un poco más barata de lo habitual mientras encontrábamos alojamiento. Esto fue otra ventaja de ir ya con un contrato firmado, además de una incertidumbre y un problema menos. Al día siguiente de llegar me puse a buscar una academia intensiva de alemán.

Estuve seis meses yendo cuatro horas a diario a la escuela y por las tardes reforzando un poco en casa. En noviembre, antes de terminar el nivel B1 encontré mi primer trabajo. Hasta que no me vi “preparada” para hacer una entrevista en alemán ni siquiera lo intenté porque sabía que no daría resultado. Mande CVs  y…primera entrevista, primer trabajo.

Era una empresa pequeña, una consultora de proyectos de alta y media tensión en la Berlín oriental, la verdad es que mi primera impresión al entrar no fue muy buena. El jefe me recibió y era bastante diferente a lo que podemos imaginar de un jefe alto y rubio alemán. Era un berlinés auténtico, de los que solo conoces cuando vives allí.

Me dió la posibilidad de seguir aprendiendo alemán y empecé trabajando sólo  cuatro horas al día. Podía compaginar sin problema ambas cosas. Cuando quise aumentar el horario y dejar las clases no tuve ningún problema. El sueldo era muy bueno en comparación a lo que ganaba en España y la cantidad de trabajo era mucho menor, a veces demasiado baja para mi gusto.  Poco a poco me iba haciendo un hueco más grande hasta que llegué a calcular las pequeñas estructuras metálicas que alojaban los equipamientos de las subestaciones eléctricas, cosa que antes subcontratábamos porque no había ingenieros civiles en la empresa hasta que llegué yo, los demás eran ingenieros eléctricos. Mi jefe estaba muy contento conmigo, confiaba en mí y me lo demostraba a diario, igual que yo confiaba en ellos.

El ambiente en el trabajo era muy bueno. El grupo más joven, unos tres o cuatro, comíamos juntos en una cantina todos los días. Al principio eran todos alemanes menos yo, pero poco tiempo después entró otro español. Los temas de conversación ya no eran: me explotan, trabajo demasiado, no tengo tiempo para ver a mis hijos, critico al de al lado, etc., eran otros temas mucho más alemanes y menos trascendentales: coches, fútbol, playa, etc. Los alemanes son muy diferentes a nosotros, ellos no entienden muchas de nuestras cosas, igual que al contrario, pero para mí trabajar con ellos fue un gusto.

¿Basel o Berlín?

En verano de 2013, mi pareja tuvo una oferta de trabajo para Basel (Suiza). Estuvimos un tiempo pensando qué hacer porque vivíamos muy felices en Berlín y nos daba miedo equivocarnos. Visitamos la ciudad y valoramos muchas cosas y al final decidimos mudarnos a Basel. Yo dejé mi trabajo y me fui dispuesta a empezar de nuevo allí. Llegamos a Suiza el 31 de Noviembre de 2013.

Para mí la historia era muy diferente porque ya tenía una experiencia de trabajo en Alemania y el idioma ya no era un problema porque estábamos en un cantón alemán, pero por otro lado estaba embarazada de cuatro meses y la barriga ya se iba notando.

Decidí no buscar trabajo hasta terminar mi “baja” y así descansar un poco y vivir el embarazo sin estrés.  En Mayo de 2014 nació nuestro hijo en Basel. Desde esta fecha hasta Octubre no me planteé trabajar y me dediqué exclusivamente a estar con él y aprovechar que no tenía limitaciones laborales.

En Octubre de 2014 empecé a mirar ofertas y me decanté por una que me gustaba especialmente. Era una empresa de un grupo multinacional muy conocido, para la que yo había trabajado como subcontrata en Berlín. Después de tener el bebé no buscaba cualquier cosa, quería sobre todo flexibilidad y poder compaginar mi vida laboral y familiar.

Pensé que el puesto me venía como anillo al dedo, aunque las tareas no eran exactamente las que hacía antes, pero me pareció interesante. Mandé mi  CV, cover letter, y toda la documentación que hacía falta, con la sorpresa de que al día siguiente me llamaron para una entrevista.

Desde Enero trabajo para dicha empresa y la verdad es que estoy muy contenta. Ahora soy Junior Project Manager para dos departamentos, el de Electrotecnia e Instalaciones de edificios y el de Grandes Proyectos y Edificios Singulares, y asisto a los Senior Project Manager  mientras voy aprendiendo poco a poco cómo funciona todo. Tengo la posibilidad de trabajar 32 horas semanales, a petición mía (podría trabajar incluso menos horas), por lo que a mediodía suelo irme a casa. Casualidades de la vida: mi amigo José Antonio del que hablé al principio trabaja para el mismo grupo de empresas pero en Alemania. Quien nos iba a decir en aquellos tiempos berlineses que la historia acabaría tan bien.

¿Es posible? Sí, es posible.

Mi experiencia en Alemania ha sido fundamental para encontrar éste trabajo en Suiza. No es nada fácil llegar a un país con un idioma diferente, se necesita voluntad y sobre todo ganas, para no decaer en el intento. Los comienzos son duros, te frustras al no entender  nada y al no poder comunicarte, pero poco a poco las cosas van mejorando.

ana-foto-article-2

 

En nuestro caso, nunca nos planteamos cruzar el charco, desde el primer momento teníamos claro que queríamos quedarnos en Europa. Para nosotros es muy importante el poder viajar “fácil” a España y estar a pocas horas para escaparnos de vez en cuando. Nos gusta ir bastante, y gracias a nuestras condiciones de trabajo y flexibilidad, podemos hacerlo sin problema. Las vacaciones son algo sagrado y muy respetadas en estos países.

A la gente que me pregunta o me pide opinión cuando está barajando la opción de venir a Suiza o a Alemania, normalmente siempre le digo lo mismo: es difícil porque el idioma es fundamental, pero se puede. Y los resultados hay veces que se ven antes, otras veces después…pero al final el trabajo se encuentra porque falta gente preparada. Se necesita un poco de ayuda económica para subsistir al principio y sobre todo paciencia, y tener claro que no es fácil, pero que se consigue.  A los que van con prisa o necesitan encontrar un trabajo rápido no les recomiendo venir.

Una vez que encuentras tu sitio, la calidad de vida es muy alta. Hablo no solo por mí, sino también por mis conocidos que están tanto en un país como en otro y pasamos juntos en su día todas estas dificultades, nos hemos ayudado mucho los unos a los otros. Os aconsejo buscar de vez en cuando  a un español para tomar algo y desahogarte, nos entendemos muy bien entre nosotros y no sólo por el idioma. Desgraciadamente hay casos que no acaban en éxito, he visto historias en la tele o que me han contado. Yo tengo que decir que por ahora no conozco ninguno que haya acabado en fracaso pero entiendo que fracasos habrá siempre en cualquier situación, no sólo en el extranjero, y que dependen de muchos factores.

Alemania o Suiza

Hay una gran diferencia entre Alemania y Suiza para una persona que quiera ir a buscar trabajo. En Suiza todo es carísimo, se necesita muchísimo dinero para sobrevivir. La calidad de vida y los sueldos son muy altos y sin sueldo es prácticamente inviable, a no ser que tengas algún familiar donde poder alojarte. Los alquileres y las clases de alemán, sobre todo las intensivas, tienen precios desorbitados.

En Alemania, el precio de la vida depende de donde vayas. Yo  vivía en Berlín que es bastante más barato, pero tiene el inconveniente de que está más masificado y es más difícil encontrar un buen trabajo si no estás dentro del mercado laboral. Aunque siempre tienes la opción de moverte desde allí a otras ciudades.

El tema de los títulos de idiomas para ellos no es nada importante, por no decir insignificante. Si en tu CV pone que sabes inglés o alemán lo dan por hecho, y esperan que respondas con ese nivel. Otra cosa son los títulos de ingeniería o máster. Estos certificados les gustan bastante y los valoran muchísimo. Gracias a mi master en energías renovables, que en España probablemente no valga para casi nada laboralmente, me dio el empujón para trabajar en una eléctrica y meterme en este mundillo.

Las ventajas de trabajar en un país como Suiza son muchas. Para mí la principal es que podemos disfrutar de nuestra familia, pasear a nuestro hijo a diario y estar juntos, ya que nuestra vida no se reduce a trabajar de lunes a viernes. También el respeto por tu trabajo y la valoración por parte del jefe o de los propios compañeros. Respecto a los tiempos y a la forma de trabajar y confianza en el otro: colaboración máxima, trabajo limpio en equipo y sin tanto prejuicio. Flexibilidad en el horario y poder  hacer cosas a veces desde casa, sueldos acordes a la responsabilidad y cualificación, y no tener que rogarle al jefe que te de las vacaciones que te corresponden.

La desventaja es grande también, vivimos fuera y lejos de la familia y amigos aunque intentamos ir a España y disfrutar la mayor parte de nuestras vacaciones. Nuestra idea siempre ha sido volver. Cuando llegamos a Berlín pensábamos que a los dos años volveríamos, pero aquí seguimos. Lo tenemos en mente, pero también tenemos claro que el país debe cambiar mucho todavía para eso.

 

Ana Cañadas Suárez

Ingeniera de caminos, canales y puertos Universidad de Granada. Project Manager para Actemium AG Switzerland, Grupo Vinci Energies

8 comentarios

Responder a Francisco Aguilera Cancelar

  • Hola a todos,

    Una vez al año organizamos un encuentro informal entre Ingenieros de Caminos españoles en Suiza. El año pasado fuimos 30 ingenieros, con parejas e hijos 60 personas en total.

    El próximo encuentro será el 24 de Abril de 2016 en Bussigny-pres-Lausanne y seremos previsiblemente unos 80. Cualquier ingeniero de caminos español puede participar, tan sólo tiene que enviarme un correo electrónico a: suiza.race@ciccp.es

    Un saludo

    • Hola Fernando,

      Si quieres podemos hacer un post específico en la web (tipo foro) para que canalices todas las dudas que tenga la gente interesada en este encuentro.

      Si te interesa me lo dices y lo hacemos. me email: aguilarmedinajose@gmail.com

  • Gracias por darnos a conocer tu experiencia. Lo más gratificante que he leído ha sido «el respeto por tu trabajo y la valoración por parte del jefe o de los propios compañeros»… Haría falta que tus comentarios los leyera más de un despótico jefecillo que hay por España.

    • Buenas! Yo sólo espero que pueda ayudar a alguien y estoy a vuestra disposición para cualquier duda. Es gratificante y es real, por lo menos en mi experiencia. Tienes razón en que más de uno debería aplicarse el cuento… ser jefe no es tarea facil y no vale cualquiera, el problema es q en España desgraciadamente no siempre se valora a los mejores para cada puesto sino a otros, y además, tampoco se forma a esos jefes lo suficiente para que sean capaces de dirigir bien a un equipo. Las cosas más importantes para que un grupo funcione a veces se escapan y una de ellas, que es muy sencilla y fundamental, es q tu equipo trabaje agusto y vaya contento al trabajo (entre otras muchas claro).
      Un saludo y gracias

  • Bueno veo que van las cosas muy bien y me alegro mucho Ana. Yo por aquí en Lausanne muy bien también a ver si os pasáis un día!! yo estoy ahora en la Sbb de ferrocarriles y muy contenta también. Los comienzos son muy duros, yo tengo también grabado el día que crucé la fría frontera Suiza ( 28 agosto del 2012). Suiza es un país complicado y hay que venir con un contrato como bien dices, con cualquier sueldo europeo no podrás sobrevivir mucho tiempo. El idioma o idiomas son fundamentales y la paciencia y perseverancia son tus armas más fuertes. Si se quiere se puede, pero nadie te regalará nada.

    • Hola Elisa, Lausanne es un destino pendiente, lo que pasa que esta tan cerca que hacemos lo típico…dejarlo para después :). Me alegro muchísimo q estés en la SBB, debe ser muy guay lo que hacéis y la empresa es tip top como dicen por aquí. Tienes razón con que nadie te regalara nada pero creo q merece la pena el sacrificio. Un besazo y cuando me acerque a Lausanne nos vemos. Cuidate!

  • Felicidades por el post, creo que has plasmado muy bien tus decisiones y las vueltas que has dado. Por otro lado, me alegro muchisimo que os vayan bien las cosas. Un abrazo

    • Gracias Fran! Tengo ya ganas de verte para que me cuentes tus vueltas que tampoco son pocas! Espero que estéis muy bien y un beso para toda la family!