caminahora

Uniendo continentes: Panamá

Mi nombre es Irati Gutiérrez, soy graduada en Ingeniera Civil, tengo 27 años y vivo en Ciudad de Panamá.

Trump Ocean Club International Hotel, Panama

Después de terminar la carrera de ingeniería civil en 2013, llegué a pensar que jamás conseguiría trabajar en el ámbito de la ingeniería debido a la situación laboral que se vivía en aquel entonces en España. Trabajé durante un tiempo como azafata de eventos, de camarera, dando clases particulares e incluso cuidando niños.

En 2014 el Gobierno Vasco me brindó la oportunidad de comenzar mi primer trabajo serio con las becas de internacionalización y gracias a ellas, hace ya casi dos años aterricé en Ciudad de Panamá.

La adaptación al país fue un poco dura en un primer momento, puesto que los choques culturales son muy fuertes. Por ejemplo, los panameños se sorprenden con la forma de hablar que tenemos los españoles ya que les resulta demasiado fuerte y debido a ello, crear conflictos con la gente hasta en las situaciones más irreales era mi pan de cada día. Me peleaba con las cajeras del supermercado, con los taxistas, con los dependientes de las tiendas, etc. Por otro lado, en Panamá se vive con mucha calma, no hay necesidad de apremiarse por nada (menos cuando se trata de conducir) por lo que, al principio, desespera la lentitud con la que acostumbran a hacer las cosas. No obstante, me he habituado tanto a ese ritmo caribeño que cuando regreso de vacaciones a España me agobio en los supermercados porque no me da tiempo a sacar las compras del carro debido a la velocidad que llevan las cajeras.

Antes de aterrizar en el país, mi ignorancia acerca del mismo era tal que solo conocía el skyline que caracteriza Ciudad de Panamá,  donde los inmensos rascacielos te hacen pensar que esta es una de las naciones más avanzadas de Latinoamérica. Solo hizo falta un día en la ciudad para darme cuenta de que eso no era del todo cierto. Fue mi primer día de trabajo. Acababa de salir de casa en dirección a la oficina e iba rebosante de energía por el nuevo comienzo. Fue entonces cuando metí el pie en uno de los muchos agujeros que hay en las escasas aceras de la ciudad, di una voltereta y aterricé de bruces sobre una calle sucia y repleta de basura. Aun así, Panamá ha acabado convirtiéndose en mi segundo hogar, una ciudad que conozco casi como mi pueblo y en la que me manejo prácticamente con la misma soltura que en España.

Mi trabajo consiste en coordinar proyectos tanto de gerencia técnica de obra, como de diseño. En el tiempo que llevo aquí he tenido la suerte de poder participar en muchos y variados proyectos de los que he adquirido muchísimos conocimientos. He participado en la construcción de un puente, la construcción de varias carreteras, el diseño de nuevos accesos a uno de los corredores y varios proyectos más. Hasta ahora no ha sido fácil ya que me he enfrentado a diferentes retos siempre con largas jornadas laborales de por medio (ya que lo habitual en muchos países de Latinoamérica es trabajar un mínimo de 48h semanales) pero, considero que es una experiencia que me ha abierto los ojos y me ha sacado de la ignorancia en la que acostumbraba a vivir en España donde prácticamente me lo habían servido todo en bandeja desde bien pequeña.

Tercer puente sobre el Canal de Panamá

Mi proyecto favorito, sin duda alguna, fue la construcción de un puente para enlazar un área periférica de la ciudad con uno de los corredores. Es un puente de 100 ml de longitud con 3 vanos de 40m, 40m y 20m. Era un proyecto interesante puesto que a pesar de no ser muy grande, la construcción duró casi 3 años debido a que cuando la construcción del puente estaba llegando a su fin en 2015, el Ministro de Obras Públicas determinó que la rasante del puente no era adecuada y  tomo la decisión de paralizar los trabajos para modificar el diseño del puente. Como consiguiente, hubo que demoler gran parte de éste y prácticamente volver a comenzar la construcción de nuevo. Fue entonces cuando comencé a trabajar en la supervisión de la construcción. Lo interesante del proyecto fueron todos los métodos poco habituales que tuvo que ingeniar la constructora para realizar los recrecidos de las pilas y los estribos.

Culminación de la construcción del Puente de conexión con el corredor

De todo el tiempo que llevo viviendo aquí y lo que considero más importante, son los amigos que he hecho, mi familia panameña. Sin duda alguna, mi estancia en Panamá no hubiese sido lo mismo sin ellos. Realizamos planes prácticamente cada fin de semana para alejarnos del caos de la ciudad y adentrarnos en sitios como San Blas (Caribe) o Isla Coiba (Pacífico), mis dos sitios favoritos, llenos de paisajes que no acostumbramos a ver en España. Son paisajes típicos del clima tropical, repletos de vegetación donde siempre están presentes el calor y la humedad (la temperatura ronda los 30 grados centígrados durante todo el año y los valores de humedad alcanzan casi el 100%, por lo que la sensación de calor es aún mayor).

Archipiélago San Blas, Panamá
Fuerte de San Lorenzo, Panamá
Ciudad de Panamá

Este país me ha dado la oportunidad de trabajar con gente de culturas muy variadas puesto que en Panamá abundan los extranjeros. A parte de panameños, he trabajado con venezolanos, colombianos, costarricenses, mexicanos e italianos. De cada una de estas nacionalidades he aprendido muchísimo (hasta me he aficionado a comer arepas venezolanas) y sin duda alguna me he sorprendido muy positivamente lo bien que trabajan todos ellos.

Compañeros de trabajo

No obstante, como todo en esta vida, mis días en Panamá llegan a su fin y dentro de poco comienza mi siguiente aventura al otro lado del charco, esta vez con el frío y la lluvia característicos de Irlanda.

Irati Gutiérrez Rey

Irati Gutiérrez es Ingeniera de Obras Públicas por la Universidad del País Vasco e Ingeniera Civil por la Universidad Alfonso X El Sabio.

2 comentarios

  • Hola Irati,

    Quiero que sepas que por lo menos a mi que estoy ejerciendo la profesión en un entorno muy cambiante ( quiero decir fundamentalmente distinto a aquel en el que inicié la andadura , como tu lo haces ahora, allá por el año 85 ) , me da mucho ánimo ver la valentía de personas como tu Irati cogen la mochila y los bártulos y decides que pese a las enormes diferencias interculturales, los ingenieros civiles ( AnteBolonia o Post Bolonia ) hispano-latinoamericanos tenemos la capacidad de empatizar allá donde vamos y aclimatarnos a los entornos de trabajo más diversos.

    Recibe mi enhorabuena por la experiencia y aprovecho para desearte mucha suerte en Irlanda.

    Fdo. Jorge Ramil Tojeiro.
    Ingeniero de Caminos suscrito a Linkedin y surfer habitual