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¿Cuánta Energía Tienes?

Hace unos días, mientras hacía limpieza en mi cuarto, encontré una libreta en la que mi yo de hace 7 años escribió una lista con los pros y contras de salir a trabajar fuera.

Por aquel entonces, era una Ingeniera de Caminos recién titulada, en plena crisis económica y con unas perspectivas laborales poco prometedoras si me quedaba en España (¿os suena?); lo que me llevó a plantearme la idea de “cruzar el charco” en busca de oportunidades.

A pesar de haberle dado varias vueltas a esa lista, las ganas e ilusión superaban cualquier miedo, y no me costó mucho tomar la decisión.

Algunos compañeros me aconsejaron que me desplazara primero, y que una vez allí, comenzara a buscar trabajo. Pero como estaba terminando un curso, empecé a hacer búsqueda activa desde España, y me postulé a un proceso de selección de ENGIE (antigua GDF Suez), una compañía líder en el sector de la Energía, que buscaba jóvenes sin experiencia para un Programa de Trainee en Latinoamérica llamado “¿Cuánta Energía Tienes?”. Parecía hecho a medida para mí, como si fuera una señal.

El proceso fue largo y exigente, y tenía un ingrediente sorpresa: no te decían el destino hasta el final. Pero tenía tan claro que quería irme, que me daba igual el país y mantuve el entusiasmo durante todas las fases. Finalmente, me seleccionaron y me ofrecieron irme a la filial de Brasil, para trabajar en Implantación de Proyectos. Por supuesto acepté y me puse a hacer las maletas.

El momento más duro fue despedirme de mis padres en el aeropuerto, pero ahí estaba, saliendo de mi zona de confort, y emprendiendo una gran aventura.

Los primeros días, como en cualquier otro país, me tocó hacer los tediosos trámites burocráticos, pero poco después ya me desplacé a la primera obra que me habían asignado: un parque eólico que se estaba construyendo en el estado de Ceará.

Algunas personas creían que no iba a durar ni 3 días en Brasil, pero acabé estando allí 3 años, y puedo afirmar que fue una de las mejores etapas de mi vida.

Mis compañeros me acogieron como una más y me integré enseguida, de hecho, se convirtieron en mi segunda familia. Me encantaría contar las miles de anécdotas y experiencias que viví, pero no acabaría nunca. Lo que os puedo decir, es que crecí muchísimo como profesional y como persona, y me sentí muy valorada. También os digo que el éxito no es cuestión de suerte, sino de trabajo y actitud. Gracias a esa experiencia internacional, no me faltaron oportunidades de empleo cuando decidí volver a España, y hoy puedo presumir de seguir trabajando en el sector de las Energías Renovables, en una empresa de referencia, como es SOLTEC, y con un puesto que me encanta y que me permite seguir desarrollándome a todos los niveles.

Por tanto, animo a todo aquel que se esté planteando salir a trabajar fuera, a que lo haga, ya que es una experiencia muy enriquecedora. Y en particular, recomiendo los futuros Ingenieros que, si tienen oportunidad, pasen por obra antes de buscar cualquier puesto de oficina, ya que es la mejor escuela para aprender a resolver problemas y a tratar con las personas.

María Belén Megías Fernández

María Belén Megías es Ingeniera de Caminos por la Universidad de Granada.

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