caminahora

Bolonia, Birmingham, Denver y…

Mi primer pasaporte y vuelo a los 12 años, mi última gran aventura fue 5 meses viajando por Méjico y América Central, y ahora me encuentro trabajando para un tramo del tren de alta velocidad en California desde Denver, Colorado.

Soy Víctor, un chico de Castellón de la Plana, quien siempre ha estado apasionado por la construcción e ingeniería y cuyos principios pasan por la coherencia, respeto, análisis crítico y el aprendizaje continuo.

Víctor no viajaba a la nieve después de los exámenes de enero y no iba de vacaciones internacionales en Pascua o verano. Sin embargo, rodearme de personas con tan diferentes puntos de vista, clases sociales y tipos de personalidad en la universidad me hizo crecer como persona. Los amigos que hice en la universidad son los que me animaron a unirme a esos viajes a la nieve o por Europa. Me uní a alguno de esos viajes desde mediados de la carrera, sin embargo, fue un amigo de Castellón quien insistió en que tenía que viajar, que viajar es la mejor forma de inversión en ti mismo, y que realizara el Erasmus, que me iba a dar una visión nueva.

Le hice caso.

Día en la oficina en Denver, marzo de 2019

Desde entonces, realicé el programa de intercambio académico Erasmus durante un año en Italia, estudié un máster en liderazgo durante medio año en Madrid, trabajé 3 años en Reino Unido y llevo 3 años en los EE. UU.

¿Creéis que mi amigo tenía razón?

A. Italia

Bolonia no solo me dio un buen nivel de inglés que no había alcanzado durante mi mes de estudios de inglés en Brighton, Reino Unido en julio de 2012. Bolonia me hizo aprender italiano fluido en menos de 10 meses partiendo de 0, me hizo obtener matrícula de honor en mi proyecto final de carrera, tanto en la presentación en Italia como en Valencia, y me hizo estar en contacto con gente de toda Europa y medio mundo con personalidades e ideologías muy diversas.

Víctor había cambiado.

Mi regalo de despedida a toda la gente que conocí en Italia, julio de 2013
Día de defensa del proyecto de final de carrera, con mis compañeros, en la UPV, Valencia, noviembre de 2014

B. Máster de Liderazgo

Cuanto más me acercaba al final del Erasmus más me veía en una situación sin saber qué hacer. Me vino a la cabeza un máster que ofrecía la Fundación Rafael del Pino presentado por su directora en mi universidad el año anterior. Lo solicité, hice un par de entrevistas y me eligieron. Éramos 11 Ingenieros de Caminos de toda España internados por varios meses en un centro de formación de Ferrovial aprendiendo inteligencia emocional, comunicación, negociación, innovación y demás de las llamadas soft skills, es decir, lo que muchos de los ingenieros necesitamos.

Hice prácticas con Ferrovial en Madrid y en Birmingham. Volví a España, realicé el proyecto de final de máster y comencé a establecer conversaciones con la gente con quien había hecho prácticas en Birmingham.

Mis 10 compañeros del máster de liderazgo y yo, San Lorenzo del Escorial, Madrid, noviembre de 2014

C. Reino Unido

Era principios de 2015 y España no se había recuperado de la crisis completamente, así que contactar con algunos de los mánagers que había tenido durante las prácticas en Birmingham e intentar meterme en el mercado de las islas británicas no era difícil. Después de 6 entrevistas vía Skype, la última salió adelante.

Empecé en el departamento de ferrocarriles diseñando estructuras y cimentaciones para elementos auxiliares de un tramo en renovación para después pasar al departamento de geotecnia ya que, mi jefe, el de la derecha en la siguiente foto, no solo me invitó a su equipo de running sino que me ofreció unirme a su equipo de trabajo al ver que me aburría y no estaba motivado en el de ferrocarriles.

Corriendo la Birchfield Harriers 10k Poppy run, octubre de 2016

Durante este periodo no solo corrí mi primera maratón en Manchester, sino que tenía dinero como para viajar por toda Europa. Mi vida de ocio pasó por correr, ir en bici y tomar cervezas con mis compañeros de trabajo y de casa de 8 habitaciones, claro, no vas a ir a la playa o subir montañas en los flatlands del West Midland británico.

Mi último periodo en el equipo geotécnico fue de mayor crecimiento, tanto que incluso ganamos 2 premios a mejor proyecto geotécnico en sus categorías. Sin embargo, un email aterrizó en mi buzón de entrada…

D. Estados Unidos, Fase 1

Muchas cosas tenían que gestionarse, como mi visado, que Ferrovial ganara el proyecto o incluso que yo fuera elegido, pero un mánager de la división de Ferrovial aeropuertos, tutor de mi proyecto final del máster de liderazgo, ya me había hecho la pregunta, ¿estarías interesado en el proyecto de remodelación de la terminal del aeropuerto de Denver?

En bici al trabajo, Denver, enero de 2019
Volcano boarding, Cerro Negro, Nicaragua, enero 2020

En ese momento no sabía ni dónde estaba Denver en el mapa, ni si era un sitio que me gustaría para vivir. Cuando la gente me preguntaba, ¿es ahí donde está el cañón de Colorado? Aún decía que sí…

Corriendo con algunos amigos abajo y arriba los 40 km la cresta sur del Gran Cañón, Arizona, abril de 2018

Lo que sí que tenía claro es que a España no quería volver aún, mi carrera profesional y mi crecimiento personal no habían hecho más que empezar. Por lo tanto, después de pasar 2 entrevistas más la entrevista en la embajada de los EE. UU. en Madrid, las maletas volvieron a rodar en noviembre de 2017.

Camping en invierno, con raquetas de nieve y mochila de 50 L, Rollinsville, Colorado, marzo de 2019

Colorado, ese Estado desconocido sin una ciudad como Los Ángeles o Nueva York, tenía todo lo que yo necesitaba. Aterricé un día de Thanksgiving y desde ese momento solo he recopilado buenos momentos.

Este proyecto congregó a muchos españoles en Denver, donde creamos una nueva comunidad. Varias empresas de ingeniería y arquitectura también eran españolas, y ahí es donde conocería a una maravillosa persona con la que ahora vivo.

Esa persona maravillosa y yo en un festival de escalada, Denver, octubre de 2019

Las montañas me han dado vida, desde mejorar mis habilidades como esquiador, aprender snowboarding o hacer esquí de travesía y raquetas de nieve hasta escalar, hacer rafting, canoas y kayak, bicicleta de carretera y de montaña, e incluso escalada y rapel. No he dejado prácticamente ninguna disciplina de montaña sin probar, aun sin dejar de lado correr entre semana.

Mt. Princeton, a 4329 m, en mi camino de subir los 53 14ers o picos de más de 14000 pies en Colorado, julio 2019

Sin embargo, y a pesar de mi alegría con las montañas de Colorado, el cliente decidió terminar el contrato con Ferrovial en agosto de 2019 y me llegó la noticia que mi último día de trabajo sería en 2 meses…

Visita de mi hermano y padres a EE. UU., San Francisco, agosto 2019

Hasta mis padres y unos amigos de la carrera vinieron a visitarme cuando ya prácticamente no tenía trabajo. Durante mi viaje a San Francisco y la ruta de Colorado con mis padres o el viaje en caravana de Denver a LA con mis amigos, mi cabeza no paraba de darle vueltas a cuál sería mi paradero en los próximos meses, ¿volver a Europa? ¿irme a otro país de América? ¡Esto no es Europa, sin visa no hay forma de estar más de 3 meses!

Mis amigos de carrera y yo conduciendo este buggy/ATV en los desiertos de Moab, Utah, octubre 2019

Cuando ese día llegó ya me había desecho de muchos de mis enseres y ligaduras de forma que todo cupiera en mi 2005 Ford Escape.

No lo pensé más, si no lo hacía ahora no lo haría nunca: me habían echado del trabajo, no tenía el siguiente alineado y tenía a tiro de piedra toda América por descubrir, así que mano en el volante y a hacer millas hacia el sur.

Escalando en Golden, Colorado, noviembre de 2019

Terminé un viernes y el lunes ya estaba de camino a Kansas, el sábado estaría cruzando la frontera con Méjico. Pues bien, llegué tan lejos como Nicaragua, pasando por Cuba y metiendo mi coche en varios ferrys.

7 países se añadieron a mi lista y, aun con algún ligero disgusto por el camino, todo fue aprendizaje y conocer gente de todo el mundo, desde el que venía desde Argentina e iba a cruzar a Europa en velero hasta los que estaban dando la vuelta al mundo en bicicleta. Solo digo esto para poner en contexto lo que puede parecer viajar 5 meses por Méjico y América Central comparado con escuchar estas historias mientras tomas una cerveza en un hostal en las entrañas de Honduras. Todo es relativo, todo está en nuestra cabeza.

E. Estados Unidos, Fase 2

En enero llegué a la mitad de mi roadtrip, me di la vuelta en San Juan del Sur y comencé mis 11000 km de vuelta a Denver, ya que aun sin trabajo y sin visado, ese era mi destino para terminar el viaje.

Roadtrip desde Denver a San Juan del Sur y vuelta desde noviembre de 2019 hasta marzo de 2020

Había comenzado a buscar nuevos trabajos desde enero, ya que no quería adoptar el nomadismo como mi modo de vida. Solicité a docenas de proyectos e hice 2 entrevistas, sin embargo, el 15 de marzo crucé la frontera con EE. UU., esta vez en dirección norte. Fui cuestionado por los agentes de frontera al no tener trabajo, pero me dejaron pasar en una fecha cuando el COVID-19 ya se escuchaba bastante en el continente americano.

Llegué a Denver y viví la cuarentena, al menos llegué. Sin trabajo y bastante bajo de moral me iba al parque a correr y me tomaba cervezas haciendo videollamadas con mis amigos de España. Al menos me dejaban salir a la calle, aunque hasta las ganas de buscar trabajo se habían ido al traste.

Subiendo el tercer pico más alto de Norte América a 5636 m, Volcán de Orizaba, Méjico, noviembre de 2019

Sin embargo, de los cientos de personas con las que había contactado en LinkedIn pidiendo trabajo hubo uno que se interesó en mí, y no solo eso, el proyecto de construcción del tren de alta velocidad en California no se había parado por el coronavirus. Así que, contra todo pronóstico, en abril me ofrecieron un trabajo y en mayo empecé a trabajar en la oficina técnica del equipo Ferrovial Construcción para ese proyecto.

Mi nuevo trabajo no solo me gustaba, sino que me generó esperanza cuando no la tenía y me dio una lección de vida. Mientras mucha gente perdía trabajo yo conseguí uno.

Muchos me dijeron la suerte que había tenido al encontrar ese trabajo en medio de una pandemia global y de empezar a trabajar de forma remota desde Denver. Yo nunca he sido muy partidario de la palabra suerte, sí del esfuerzo y la persistencia.

Mi mensaje a todos los que leáis este post, todo sucede por una razón, hasta lo más negativo que se os pueda ocurrir. Esa razón vendrá dada por tu modo de ver la vida y afrontar los problemas. Donde alguien pueda ver miedo o tristeza, siempre habrá alguien que verá esperanza y oportunidad o, al menos, aprendizaje.

Porque de todas las situaciones aprendemos, ¿o pensáis que no?

Rafting con amigos, yo al frente, en el rio Colorado, Glenwood Springs, julio 2020

Este proyecto de construcción para el que trabajo actualmente terminará en menos de 2 años, y ahora ya no digo tan convencido que no volveré a España. Sin embargo, no soy capaz de decir dónde estaré, pero seguro que estar en ese lugar tendrá algún motivo, quizá no seré capaz de verlo en ese momento o no lo veré nunca, pero la actitud es lo que te hace conseguir objetivos, aprender, crecer.

Mantén tus Expectativas bajas, y para ciertos Resultados, tu grado de Satisfacción será elevado:

S = R/E

Víctor García de Dios Tal vez mi amigo de Castellón tenía razón.

Victor Garcia de Dios

Víctor García de Dios es Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Valencia. Realizó su proyecto fin de carrera en Bolonia, Italia. Llevó a cabo un Máster de Liderazgo para Ingenieros Civiles en Madrid. Trabajó 3 años como ingeniero de diseño geotécnico en Birmingham, Reino Unido, 2 años como Project Engineer en la remodelación el aeropuerto de Denver y actualmente trabaja para Project Manager para el diseño y construcción del tren de alta velocidad en California.

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