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UN INGENIERO, UN ECONOMISTA Y UN ABOGADO…

No, no es el inicio del típico chiste… cada vez más nos encontramos con este tipo de equipos multidisciplinares en muchos sectores de la economía. También en banca.

Hace algunos años decidí dar definitivamente el salto y dejar atrás 10 años de trabajo en el sector de la construcción, y dado que el sector privado es bastante receloso cuando se trata de estos cambios sectoriales, llegué a la conclusión de que la mejor salida sería el sector financiero público: o lo que es lo mismo, opositar.

Las entidades financieras se están viendo sometidas a un incremento en la regulación a la que deben someterse. Este recrudecimiento regulatorio tiene su origen tanto en la crisis financiera internacional, como en la sofisticación de los productos financieros que cotizan en los mercados. Una buena parte de esa regulación tiene una clara base matemática, como por ejemplo, el análisis de riesgos o el desarrollo de modelos que capturen el riesgo de crédito o de mercado. Esta circunstancia claramente abre la puerta a otros perfiles más cuantitativos, como fue el caso de quien suscribe.

No siendo habitual encontrarse ingenieros en el mundo de la banca, tampoco lo calificaría como raro, pero claramente somos minoría. Sin duda alguna que los primeros pasos resultaron complicados, el déficit de formación de base es importante y no es nada fácil ponerse al mismo nivel que profesionales que llevan varios años en el sector, o incluso recién licenciados en económicas, derecho o administración y dirección de empresas. Pero el hecho es que poco a poco toda diferencia se va salvando, cómo no, con esfuerzo y dedicación.

Metro Banco de España. Madrid

Por lo general, contamos con puntos débiles y fortalezas diferentes que el grueso de aspirantes y esto suele resultar atractivo y más en estos momentos en los que, como decía, la complejidad matemática resulta clave, no en vano, también encontramos matemáticos en banca, y no pocos. Se suele decir que los ingenieros pensamos de forma diferente, más ordenada, no sé si esto es cierto, pero mi sensación es que ante problemas complejos, y no me refiero sólo a “integrales”, hay cierta tendencia a recurrir a los ingenieros, y eso es un plus para nosotros, que debemos saber aprovechar.

Así pues, mi experiencia no puede resultar más positiva hasta el momento, pues conseguí aprobar la oposición para acceder al Banco de España, y animo a aquellos compañeros a los que le gusten las finanzas a que se interesen por la posibilidad de acabar trabajando en este sector, en el que encajamos perfectamente, es una opción laboral más que merece la pena explorar.

Teodoro Fernández Hernández

Ingeniero de Caminos por la Universidad de Granada con un MBA en Instituto Internacional San Telmo. Ha trabajado como responsable de expansión con las empresas Fitonovo y Terra desarrollando proyectos en Marruecos y Nigeria, entre otros países. Posteriormente, asesoró a empresas en el estudio y desarrollo de proyectos internacionales. Ahora trabaja en el Banco de España

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